11-M

Ponen en libertad a uno de los acusados y lo detienen horas después

Por Alejandro Requeijo 2 min

España04-09-2007

Tan solo unas horas fue lo que duró la libertad a uno de los acusados por los atentados del 11-M. Mahmoud Slimane Aoun fue puesto en libertad provisional la tarde del pasado martes 4 y esa misma noche volvía a ser detenido en aplicación de una orden de expulsión emitida por la Subdelegación de Gobierno de Jaén donde residía el mes de abril de 2005.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedía para él 13 años de cárcel por colaboración con organización terrorista y falsificación de documentos. Según la Fiscalía, Slimane Aoun colaboró con el jefe de la célula que llevó a cabo los atentados, Jamal Ahmidan, El Chino, a la hora de falsificar de documentos para el resto de terroristas. Asimismo, la Fiscalía le acusa de haber mantenido un contacto telefónico "muy intenso" con El Chino los primeros meses de 2004. No obstante, el tribunal que juzga los atentados, encabezado por el magistrado Javier Gómez Bermúdez, había decidido dejar en libertad a Slimane con comparecencias quincenales ante la posibilidad de que sea absuelto o condenado a penas que no superen la mitad de la condena que se le puede imponer, más de siete años. Cristóbal Gil del Campo, el abogado defensor de Slimane Aoun, interpretó esta decisión judicial asegurando que se había desestimado la acusación que pesaba sobre su cliente de colaboración con banda terrorista y tan solo sería condenado por el delito de falsificación documental con lo que sería sentenciado a una pena que no excedería los tres años que ya ha cumplido en prisión provisional. Por todo ello, aunque aclaró que el acusado no se podía considerar absuelto, celebró la decisión del tribunal como “una magnifica noticia”. No obstante poco duró la alegría ya que pocas horas después de ser puesto en libertad, agentes de Extranjería arrestaron de nuevo a Slimane Aoun, quien fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Toledo en función de un decreto de expulsión de España a Líbano. Gil del Campo denunció que "no se ha producido una situación real de libertad", ya añadió que en ningún momento su cliente fue infirmado de que esta orden de expulsión y por lo tanto no había tenido la capacidad de de emprender acciones legales contra ese decreto.