TOROS

Castella se queda en tierra en la temporada del retorno de Tomás

Por Almudena Hernández1 min

Espectáculos09-09-2007

Este año se retira César Rincón, y se está despidiendo de la afición allá por donde va. Una de sus más recientes comparecencias, en la popular Corrida Goyesca de Ronda, acabó en hombros junto a Cayetano y Francisco Rivera Ordóñez. Atrás queda una trayectoria con altibajos, grandes triunfos y duros momentos, como cuando tuvo que apartarse de los ruedos por una enfermedad.

Aunque por otro tipo de dolencia, Sebastián Castella también se ha visto obligado a cortar la temporada, según anuncia su página web oficial por estar aquejado de "una fuerte anemia". El diestro francés venía "arrastrando" esta enfermedad "en las últimas semanas y le impedía rendir al nivel deseado". Esta retirada temporal está respaldada por un parte médico que firma el doctor Jean Michel Gouffrant: “Sebastián Castella padece una anemia ferropénica, producida por un déficit en los niveles de hierro, que se ha visto agudizada esta tarde (fechado el 8 de septiembre) al llegar al hotel con síntomas de hipotensión que posteriormente fue confirmada. Esta circunstancia explica la debilidad arrastrada en los últimos compromisos, y le obliga a cortar la temporada y someterse en los próximos días a diversas pruebas, para descartar posibles afecciones que puedan derivar en complicaciones posteriores”. Esa tarde, Castella había actuado en la ciudad francesa de Dax, que llenó su plaza para ver una corrida del Puerto de San Lorenzo y en la que el galo escuchó una ovación. La arrasadora promesa del toreo francés deja numerosos contratos sin cumplir y está pesaroso por no poner un buen punto y final a esta temporada, en la que se prometía como uno de los mandamás del escalafón. Una de esas comparecencias es la del 29 de septiembre en la Maestranza de Sevilla, cuyo gafado cartel original estaba compuesto por José Antonio Morante de la Puebla, Manuel Jesús El Cid y Sebastián Castella. Tras la retirada de Morante el cartel quedó en un mano a mano, algo que nuevamente tendrá que replantearse el único superviviente de la terna, El Cid.