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CRISIS INTERNAS

El PSOE, de la crisis del PSN a la marcha de Díez y el riesgo de escisión

Por Irene E. SánchezTiempo de lectura3 min
España02-09-2007

El verano socialista, tal y como ocurre en toda la península, no ha finalizado con el sol radiante que acostumbran ver los españoles por estas fechas. El PSOE tampoco se ha salvado de los problemas internos que afectan a otras fuerzas políticas. En tan sólo un mes han tenido que hacer frente a una crisis en Navarra tras el desenlace del culebrón en torno a la formación del gobierno foral y, en los últimos días, han visto como una de sus dirigentes Rosa Díez abandonaba el partido para marcharse a una nueva formación encabezada por otros socialistas. ¿Escisión?.

Los resultados electorales en Navarra ofrecían la oportunidad al PSN de gobernar a pesar de ser la tercera fuerza más votada. Los socialistas pusieron todas sus esperanzas en la comunidad foral después de que la marca electoral del PP en la región, UPN, perdiera su mayoría absoluta. No obstante, para conseguir la mayoría en el Parlamento autonómico era necesario pactar con Nafarroa-Bai, que se alzó como segunda fuerza más votada. Esta coalición de partidos nacionalistas e independentistas vascos y relacionados en su mayoría con la izquierda abertzale formada por Aralar, Eusko Alkartasuna, PNV y Batzarre, se negó a condenar el primer atentado de ETA tras la tregua de 1998 y abogan por la anexión de Navarra al País Vasco. Así las cosas, una vez desplegadas las fichas sobre el tablero empezaron las negociaciones para la formación de gobierno. Las conversaciones se alargaron hasta dos meses en los que se plantearon todo tipo de posibilidades, incluido un gobierno de concentración integrado por todas las fuerzas políticas de Navarra. Pero a pocos días para que expirase el plazo para encontrar candidato a la presidencia, el PSN apostaba por un gobierno de “progreso” junto a Na-Bai e IU. El culebrón parecía presentar así un final feliz para los socialistas navarros que ya habían elegido sus compañeros de viaje. Al menos esa era la sensación hasta que la dirección federal del partido, desde Madrid, vetaba este acuerdo y apostaba por dejar gobernar a UPN. Este veto no fue aceptado por diversos sectores del PSN, que mostraron su rechazo a la decisión de Ferraz mediante dimisiones –incluida la de su candidato Fernando Puras-, protestas y hasta rumores de escisión. Esta postura crítica se ha visto reflejada una vez más ahora durante la celebración un comité regional extraordinario. Allí, el secretario de Organización del PSOE y uno de los artífices del veto, José Blanco, explicó que un gobierno con NaBai hubiera sido “incierto y efímero” y además dejaba una puerta abierta al apoyo a UPN para conseguir “convivencia y estabilidad”. No obstante, estas explicaciones siguen sin convencer a un sector crítico del PSN que sigue sin entender por qué el PSOE permitió un nuevo gobierno de UPN. Reclaman una autonomía propia la hora de tomar decisiones, independientemente de la postura de Ferraz. !Basta Ya!: ¿Escisión en la izquierda? Pero, además, el PSOE ha visto como una de sus dirigentes históricas Rosa Díez ponía fina a más de 30 años de militancia socialista. Critica con las decisiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en torno a la relación con los nacionalistas y, ,fundamentalmente, en torno a la política antiterrorista, Díez ha decidido guardar su carné del partido en un cajón. Además dice que dentro del PSOE hay más personas como ella, pero que no se atreven a hablar en público. De momento sus ya ex compañeros han celebrado su marcha más como un alivio que como un inconveniente. Pero la que fuera candidata a secretaria general del partido hace tan solo siete años, abandona el PSOE para integrar un nuevo partido de carácter nacional encabezado por otros socialistas como Fernando Savater o Carlos Gorriarán. Surgida de la plataforma ‘¡Basta Ya!’, esta nueva formación aboga por una reforma constitucional y una reforma electoral en la que las fuerzas nacionalistas no tengan el peso y la relevancia de la que gozan en la actualidad. Sólo el resultado de las urnas determinará finalmente si esta irrupción de ¡Basta Ya! supone una escisión en la izquierda y por tanto un nuevo quebradero de cabeza para el PSOE.