ENERGÍA

La oscuridad se hizo sobre Barcelona por un gran apagón

Por Paula Portas2 min

Sociedad23-07-2007

"Que se haga la luz" y la luz se hizo. Algo así no ocurrió en Barcelona, cuando más de 350.000 usuarios de la compañía eléctrica Endesa se quedaron sin suministro eléctrico, debido a un apagón provocado por la ruptura de un cable de alta tensión. Éste cayó sobre la subestación de Collblanc, en Hospitalet de Llobregat, y causó una reacción en cadena que afectó a cuatro subestaciones.

Después del gran apagón, la compañía eléctrica Endesa anunció que en el primer semestre de 2007 había obtenido un beneficio neto de más de 1.255 millones de euros. Este hecho ha provocado aún más críticas de los usuarios que padecen las consecuencias de estos apagones. Ya que el apagón puede tener su origen en la falta de inversión de la compañía responsable de la red, Fecsa-Endesa. El caso de Barcelona trae la memoria otros casos similares. Andalucía ya vivió una situación parecida en 2004 y 2005, cuando varios apagones se sucedieron en distintos puntos de la comunidad y afectaron no sólo a más de 400.000 abonados, sino también a la economía andaluza, ya que el turismo de la zona se resintió por estos cortes. La Junta de Andalucía tomó cartas en el asunto e impuso a la eléctrica una sanción que superó los dos millones de euros. Y es que el problema de la energía es algo muy presente en la actualidad. Por ello, muchos expertos informan sobre distintas medidas preventivas para el ahorro de energía, especialmente en períodos estivales. Entre otras, el uso de bombillas fluorescentes, que consumen entre un 50 y 75 por ciento menos de electricidad que las bombillas incandescentes y duran entre 8 y 10 veces más. También los tostadores y hornos de microondas usan menos energía que los hornos grandes convencionales. El lavaplatos, horno, lavadora y secadora se deben usar por la noche, momento en que las tarifas eléctricas pueden ser más bajas y el calor de los electrodomésticos no aumentará la demanda del equipo de aire acondicionado. Reparar las llaves de agua caliente que gotean, aumentar la temperatura de los termostatos cuando se sale de casa durante un periodo largo o plantar árboles caducos que ayudarán a mantener la vivienda fresca en verano y permitirán que el sol brille a través de las ventanas en invierno son algunos consejos que reducirán de buena manera el consumo excesivo de electricidad. A todo esto los expertos también añaden otro punto esencial, las energías renovables. Éstas podrían solucionar muchos de los problemas ambientales, como el cambio climático, los residuos radiactivos, las lluvias ácidas y la contaminación atmosférica. Además, podrían cubrir un tercio del consumo de electricidad y reducir las emisiones de dióxido de carbono. Pero para ello es necesario invertir unos 540.000 millones de euros anuales, de los que 120.000 serían fondos públicos. Aún así, el potencial de las energías renovables en España, aún con las limitaciones actuales de tecnología y costes económicos, es muy elevado.