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VELA

¬Alinghi¬, un equipo montado con los mejores ¬mimbres¬

Por Álvaro HeraltaTiempo de lectura2 min
Deportes03-07-2007

Ernesto Bertarelli fundó en el año 2000 el equipo de vela del Alinghi. El nombre correspondía al de un amigo imaginario que tuvo de pequeño el magnate suizo. El gran acierto de Bertarelli ha sido conformar un equipo potentísimo, con los mejores en cada puesto, fichados a golpe de talonario del campeón en ejercicio de la 30ª Copa América, y lograr un barco muy competitivo. Gracias a ello, sus sueños de niño se han hecho realidad y el Alinghi ha levantado la Copa América por segunda vez.

Después de haber sido el primer equipo europeo en conquistar la Jarra de las Cien Guineas en 2003, el Alinghi se tomó muy en serio su defensa del título y formó un conjunto con un presupuesto que rondó los 150 millones de euros para revalidar su condición de ganador. Los suizos demostraron su calidad en los trece actos de la Copa Louis Vuitton, en los que consiguieron 51 triunfos en las 60 regatas en las que participaron. Debido a la extensa tripulación que habían reclutado –tras buscar entre los mejores del mundo en cada puesto–, formada por más de treinta miembros, los dirigentes suizos tuvieron, incluso, que llevar a cabo en Dubai unas curiosas pruebas de selección (trials). En ellos, sus componentes, divididos en dos equipos, competían entre sí por un puesto de titular en la final. Con ello, además, consiguieron mantener la intensidad y ritmo en su plantilla, que podía perderse por llegar directamente a competir en la Copa del América y no participar en las regatas previas, como sí hacían el resto de desafiantes. Asúi, se decidió que la estructura de popa estuviera formada por Peter Evans, Murray Jones, Mike Drummond y los españoles Jordi Calafat y Juan Vila. La decisión más polémica fue la del puesto de caña, una plaza clave por la que competían Peter Holmberg y Ed Baird. Finalmente el elegido fue Baird, a quien, pese a haber empatado a tres triunfos con Holmberg en la preparación, el comité de regatas le dio la victoria por haber ganado el último enfrentamiento que disputaron. Mientras los demás veleros disputaban la Copa Louis Vuitton, de la que saldría su contrincante en la final, el Alinghi se dedicaron a efectuar diversos entrenamientos en solitario, entre sus dos barcos, en los que demostraron estar a un gran nivel. El destino quiso que su rival en la Copa Louis Vuitton fuese el Team New Zealand y se repitiera la último final de la última edición, en la que el conjunto de Berterelli se impuso por un contundente 0-5 en la bahía de Auckland. Días antes de las primeras regatas por la Copa América, el equipo defensor presentó el barco con el que intentarían volver a alzar el trofeo: el SUI-100, en cuyo diseño participó el español Manuel Ruiz de Elvira. Construido sobre la base de los exitosos SUI-65 y el SUI-75, este velero se aprovechó para perfeccionar las pruebas del SUI-91. La principal característica del barco es su punta de velocidad, que le hace superior al resto y que puede llegar a ser fuerte navegando a sotavento: al final, toda una garantía de éxito.