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DUBAI

El futuro gigante asiático

Por Javier de la FuenteTiempo de lectura1 min
Economía06-07-2007

Está de moda. Occidente en Oriente. Dubai es uno de los siete emiratos que componen los Emiratos Árabes Unidos. Se ha convertido en uno de los destinos turísticos más exclusivos y en una referencia para multinacionales e inversores.

Es todo a lo grande. Se puede pasar una noche en el único hotel de siete estrellas del mundo, pasar de estar a 50 grados bajo el sol a esquiar en la pista cubierta de nieve más grande del mundo o incluso comprar una porción del mismo. Y es que en Dubai se está llevando a cabo un complejo urbanístico a cuatro kilómetros de sus costas con 300 islotes artificiales que imitan la forma del mundo. Vivir en http://www.theworld.ae/>The World, así es como se llama, cuesta a partir de unos siete millones de dólares. Pero si lo suyo no es lo de dominar el mundo, puede mudarse a una de las tres macro urbanizaciones con forma de palmera que también se están construyendo frente a sus costas. El proyecto se llama The Palm y a finales de este año recibirá a sus primeros inquilinos, entre ellos el tenista Roger Federer. En su construcción trabajan 14.000 obreros día y noche y el precio de sus viviendas oscila entre los 13 y los 40 millones de euros. Toda esta cantidad de proyectos excéntricos ha convertido Dubai en una ciudad muy atractiva para los inversores internacionales, hasta el punto de que varias multinacionales han abierto sedes en la capital e infinidad de ejecutivos se han aventurado ha fijar su residencia en el emirato. Es tan evidente que Dubai se ha convertido en el Manhattan del desierto, que han apostado por crear un Centro Financiero Internacional en el que 250 empresas establezcan su sede. Entre sus atractivos financieros para los extranjeros cuentan los bajos impuestos, las facilidades para conseguir visados, la repatriación exenta de impuestos de las ganancias generadas y la ausencia de investigaciones acerca de la procedencia del dinero. Aunque, como consecuencia de esto último, a Dubai y, en general, a los Emiratos Árabes Unidos, le ha costado la fama de ser un foco y un paraíso para los terroristas.