HALLAZGO ARQUEOLÓGICO
La muela de la reina
Por María Ayuda2 min
Portada02-07-2007
Son muchos los restos encontrados que se exponen en las vitrinas de los museos. Miles de personas pueden visitarlas al año. Imaginen cuantos millones de ojos los observan en este tiempo.
Y es precisamente, el paso del tiempo el que ha ido borrando de la memoria los quiénes y los porqués de los que están ahora, después de miles de años, expuestos en tarimas como si de maniquíes de moda se tratase. Un mínimo reconocimiento para ellos, con tantos años a cuestas, sería que ya que exponen sus restos, lo hagan con su nombre. Eso debía pensar, la pobre reina Hatshepsut, a la que el paso de los años le quitó cierta autoridad y el paso de los siglos, le quitó hasta la identidad. No olvidemos que la reina Hatshepsut no era una reina cualquiera. La poderosa soberana se sentó en el trono egipcio como un verdadero faraón, con barba postiza y todo, y condujo al país del Nilo a una de sus épocas de mayor esplendor. Así las cosas, Hatshepsut no podía permitir por más tiempo que su momia siguiera almacenada humildemente en los sótanos del Museo Egipcio de El Cairo. Por más que los científicos realizaban pruebas y pruebas, la labor de dar con la identidad de las momias era una tarea harto difícil. Hasta la semana pasada cuando el mayor responsable arqueológico de las antigüedades faraónicas de Egipto, Zahi Hawass, presentó oficialmente el hallazgo: habían identificado el cuerpo de la faraona Hatshepsut. La clave estaba en una muela. Para identificar la momia, los arqueólogos se han valido de un molar encontrado en un vaso funerario que llevaba el nombre de la reina, y que se encontró en el templo de Deir el-Bahari. La muela encaja a la perfección con la dentadura de la momia, a la que le falta precisamente ese molar, precisó Hawass en la rueda de prensa. El encargado de corroborar esta hipótesis ha sido el profesor en odontología Yehya Zakariya que comprobó la dentadura de todas las momias que podían encajar con la descripción de Hatshepsut hasta que dio con el hueco que acogía perfectamente el molar. "El encaje de la muela con la mandíbula de la momia nos reveló que se trataba sin duda de Hatshepsut. Es cien por cien seguro. Se trata de una muela de 1,80 centímetros de ancho que encaja perfectamente en el agujero de la mandíbula", explicó el profesor Zakariya.