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REINO UNIDO

Al Qaeda fracasa en su segunda incursión en Reino Unido

Fotografía
Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura2 min
Internacional01-07-2007

El recuerdo de los atentados del 7-J en Londres volvió a planear sobre Reino Unido. Las Fuerzas de Seguridad y la población permanecieron en alerta ante lo que fue la segunda incursión de Al Qaeda. Una incursión que fue un fiasco para los intereses de los islamistas. La desactivación de dos coches bomba en la capital británica y que no hubiese víctimas en un alunizaje contra las puertas del Aeropuerto de Glasgow con un coche en llamas así lo atestiguaron.

La Policía británica logró desbaratar los últimos planes del terrorismo islamista en Reino Unido. El primero de los logros de las Fuerzas de Seguridad del país fue el de hallar un coche cargado con cartuchos con 60 litros de gas, gasolina y metralla que estaban programados para hacer explosión mediante un teléfono móvil, el mismo modus operandi que en los atentados del 11-M en Madrid. Fueron los propios vecinos de la zona conocida como The Haymarket los que alertaron de la estancia del vehículo sospechoso, que según varios testigos fue abandonado en la calle después de que su conductor chocase contra una papelera y huyera a la carrera. El tránsito incesante de la zona, debido a los numerosos comercios y teatros que alberga podría haber sido un buen aliado de los intereses de los terroristas en causar el mayor número de muertes. Tras el desmantelamiento del mecanismo que debía poner en marcha el explosivo del primer vehículo sospechoso, la Policía acordonó la zona de Park Lane por la existencia de otro turismo de características similares. Según fuentes policiales, el automóvil fue remolcado por una grúa esa misma tarde desde los aledaños de Trafalgar Square por encontrarse mal aparcado y levantó las sospechas de los trabajadores municipales por el fuerte olor a gas que desprendía. Una vez analizado mediante un robot especial de la patrulla de artificieros, la Policía encontró en el vehículo material incendiario muy similar al del primer coche desactivado. El mecanismo detonador fue desmantelado con éxito. La amenaza islamista llega hasta Escocia Mientras en Londres el recién llegado primer ministro británico, Gordon Brown, decretaba el máximo nivel de alerta por amenaza terrorista, en Glasgow un todoterreno en llamas irrumpía en el aeropuerto arrollando la puerta de acceso. No hubo que lamentar heridos pero sí daños materiales y el cierre de la terminal durante todo el día. Los dos individuos que se encontraban en el coche siniestrado se dieron a la fuga pero fueron finalmente detenidos por la Policía y uno de ellos permanece ingresado en un hospital escocés por quemaduras. Precisamente cerca de ese mismo hospital, las Fuerzas de Seguridad explotaron de manera controlada otro vehículo sospechoso de estar relacionado con el todoterreno del aeropuerto de Glasgow. El recuerdo del 7-J, muy presente La segunda incursión islamista en Reino Unido llega en un momento muy simbólico, cuando se ultiman los preparativos para los actos de conmemoración de los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres. El fatídico 7-J, Londres despertó sumida en el caos de gritos y sirenas en la que fue la primera operación terrorista de Al Qaeda en el país. Más de 50 personas murieron y 700 fueron heridas como resultado de cuatro explosiones coordinadas, tres en el Metro de la capital y otra en un autobús en el centro. La fecha del ataque no fue elegida al azar, sino que por aquellos días Escocia albergaba la Cumbre del G-8 y la propia ciudad de Londres acababa de ser elegida sede para los Juegos Olímpicos de 2012.