LITERATURA

Un Hacker publica en Internet el supuesto final de la saga de Harry Potter

Por Marta Hidalgo2 min

Cultura25-06-2007

A tan sólo un mes de la publicación mundial en inglés de la séptima y última entrega de Harry Potter, un pirata informático ha decidido desvelar por su cuenta el ansiado final de esta saga tan leída por niños y no tan niños.

Gabriel, que así se hace llamar el Hacker, se introdujo en el ordenador de uno de los empleados de la editorial Bloomsbury, y accedió a uno de los mayores misterios literarios de la década: Harry Potter y los Deadly Hallows, el final de la saga del famoso mago de Hogwarts. El resumen ha sido colgado en un conocido foro de Internet, donde con gran frecuencia los hackers informáticos desvelan sus artimañas. El mensaje contiene un detallado resumen del presunto final y desvela también cómo mueren dos de sus protagonistas que aparecen en la serie desde el comienzo de ésta hace 10 años. Además, el hacker, no contento con desvelar el final de Harry Potter, ha alardeado de haber enviado un virus al empleado de Bloomsbury al que robó la copia y afirma, en dicho foro, que "la estrategia de ataque fue la más fácil. Es muy divertido ver cuánta gente de la editorial tiene ya copias y borradores de la historia". Parece ser que lo que ha motivado a "Gabriel" a actuar de este modo, no son otros que motivos religiosos. Incomprensiblemente, ha afirmado que lo ha hecho para seguir las directrices de Benedicto XVI, que, cuando era cardenal, dijo al parecer que las historias de Harry Potter fomentan el paganismo. Hasta el momento Bloomsbury no ha querido pronunciarse al respecto. Tan sólo un portavoz de la editorial ha argumentado que "Existen muchas versiones del libro fundadas en rumores que circulan por Internet. Pero nosotros no confirmamos ni desmentimos ninguna". No es la primera vez que esto sucede. Hace cuatro años, con la quinta entrega de la saga, Harry Potter y la Orden del Fénix, un operador de grúa robó en el almacén en el que se guardaban los libros, unos cuantos e intentó venderlos a la prensa sensacionalista, pero fracasó en su intento, ya que no estaban dispuestos a romper los derechos de autor en el mundo editorial.