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SUR DE LÍBANO

Mueren seis militares de las Fuerzas Armadas en “un ataque premeditado”

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España24-06-2007

Todos ellos tenían edades comprendidas entre los 18 y los 21 años y se encontraban realizando una patrulla rutinaria por una localidad del Sur de Líbano cuando una explosión sacudió el vehículo BMR en el que viajaban. Como consecuencia seis de sus ocupantes perdieron la vida. Además otros dos resultaron heridos.

Pertenecían a la Segunda Bandera de la Brigada Paracaidista del contingente de 1.100 militares que las Fuerzas Armadas españolas tienen desplegados en el sur de Líbano en el seno de la misión de Paz de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL). Tres de los fallecidos eran de origen colombiano. Se trata de Jefferson Vargas Moya, de 21 años; Jason Alejandro Castaño Abadía, de 20; y Juan Erickson Posada, de 20 años. Los otros tres muertos son Jonathan Galea García, natural de Madrid y de 18 años; Juan Vidoria Díaz, de 20 años y nacido en Ávila; y David Puerta Ruiz, de 19 años y natural de Sevilla. Iban a ser remplazados a mediados del mes que viene, pero un atentado les ha convertido en las primeras bajas mortales de España en el Sur de Líbano. Con estas seis muertes asciende ya a 131 el número de fallecidos en misiones en el extranjero del Ejercito español desde la primera en 1989. Así lo confirmó el propio ministro de Defensa que compareció en una rueda de prensa extraordinaria tras el ataque. Alonso descartó la hipótesis del accidente así como la posibilidad de que la explosión fuese provocada por una mina, ya que el lugar por el que circulaban los militares era una carretera asfaltada. De este modo, y a la espera de los resultados definitivos de la investigación, la deflagración habría sido producida de manera “premeditada”. Los primeros datos apuntan a la activación de un artefacto explosivo que se encontraba en el interior de un coche próximo al recorrido del convoy español. Desde el Ministerio no descartan la autoría de Al Qaeda si bien, de momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado. La guerrilla terrorista del Sur de Líbano, Hezbulá, se ha desmarcado del ataque condenando la muerte de estos seis militares del Ejército español. Cinco de ellos murieron en el lugar de los hechos, mientras que el sexto falleció ya en un hospital de la zona al que fue trasladado junto a los otros dos heridos por la población civil que se encontraba en el lugar. Los otros dos heridos son Enrique Vázquez Matei (de 21 años y nacido en Madrid) y Juan Paz Soler (de 19 años y natural de Mallorca). Desde el Gobierno, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se apresuró a mostrar su dolor por lo sucedido así como el resto de fuerzas políticas que coincidieron en reconocer la importante labor que realizan las tropas españolas en la preservación de la paz en esa zona en conflicto. También desde la Casa Real, los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, y los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, enviaron un telegrama a las familias de los fallecidos para trasladarles el pésame. También la comunidad internacional se ha volcado a la hora de criticar el ataque. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, el primer ministro italiano, Romano Prodi o el primer ministro libanés, Foad Siniora se pusieron en contacto con Zapatero para mostrar sus condolencias. La misma noche del atentado, partió desde la base aérea de Torrejón (Madrid) el avión que repatriará los cuerpos sin vida de los seis militares fallecidos. A bordo viajaba el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, junto a una delegación ministerial y un equipo de seis guardias civiles que se ocuparan de las labores de identificación de los fallecidos.