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ORIENTE PRÓXIMO

EE.UU., la UE e Israel vuelven a dar la mano a Abbas y la espalda a Hamas

Por Salvador Martínez MásTiempo de lectura3 min
Internacional24-06-2007

Michael Williams, el enviado de la ONU en Oriente Próximo, realizó un llamamiento el pasado miércoles en pro de la restauración de la unidad en la Autoridad Nacional Palestina (ANP), incluso cuando reconoció que no sería fácil habida cuenta de la violencia desencadenada en Gaza la semana anterior a su intervención. El llamamiento de Williams fue de los pocos que se registraron internacionalmente a favor de la unidad entre los palestinos.

Tras la toma del poder por la fuerza en la Franja de Gaza protagonizada por Hamas hace dos semanas, en el ámbito internacional, los mensajes de apoyo a los palestinos se dirigen exclusivamente al presidente de la ANP, Mahmud Abbas y a su Gobierno, dirigido por Salam Fayyad. El lunes de la semana pasada, la UE decidía “normalizar inmediatamente” sus relaciones con Abbas y su Ejecutivo aunque en Bruselas estiman que “la reconciliación y la unidad nacional son los únicos medios para que los palestinos alcancen sus objetivos nacionales”. El mismo día, el presidente de EE.UU., George W. Bush, llamó por teléfono a su homólogo palestino para indicarle que puede contar con toda “su ayuda y apoyo” mientras que la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, aseguró que pediría al Congreso desbloquear 86 millones de dólares para socorrer al recién reformado ejecutivo de la ANP. Un día después, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, en visita oficial en Washington, prometió a la ANP de Abbas y Fayyad, “todos los esfuerzos posibles para cooperar”. Por parte de Israel, esas palabras se convirtieron en hechos, el último día de la semana pasada, cuando el Gobierno decidió desbloquear 350 de los 700 millones dólares de impuestos palestinos recogidos por el Estado israelí y no devueltos a la ANP tras la victoria de Hamas en las elecciones legislativas de enero de 2006. La UE y EE.UU. decidirán cómo concretar las primeras declaraciones tras el nombramiento del nuevo ejecutivo de Cisjordania una vez se celebre la reunión que mantendrá el cuarteto, formado por EE.UU., Rusia, la UE y la ONU, este martes en Jerusalén. Egipto y Jordania hacen lo propio este lunes en una Cumbre que tendrá lugar en Sharm el Sheik y en la que participará Abbas. Hamas, víctima de su victoria en Gaza Entre tanto en Gaza, Hamas es, según Ibrahim Ibrach, politólogo de la Universidad Al-Azahar de Gaza, “víctima de su victoria sobre Fatah”, la formación política del presidente palestino. Según él, “no saben qué hacer y comienzan a preguntarse si se han tirado una bala en el pie”. Las palabras de este investigador, coinciden con las de Ahmed Youssef, el consejero político del primer ministro palestino deslegitimado por Abbas, Ismail Haniya. “Ha sido una reacción espontánea” y “emocional”, ha declarado Youssef recientemente pues “no hay plan preparado”, sólo se ha “acabado con el caos y la anarquía”. Nada parece indicar que el poder en la Franja de Gaza, tomado por la fuerza ante la inexistente voluntad de Fatah de aceptar su derrota en las elecciones legislativas de hace un año y medio, vaya a contar con un mínimo apoyo de la Comunidad Internacional. Este hecho inquieta a los líderes del Movimiento palestino de Resistencia Islámica pues “hay que hacer todo para evitar el aislamiento”, declaraba un cuadro de Hamas la semana pasada, del mismo modo que evitar que se expanda la idea de que los islamistas palestinos desean crear un “mini-Estado islámico”. Ante esta acusación, formulada por Abbas, la respuesta no es menos contundente. “Falso, no somos los talibán. No vamos a aplicar la sharia””, declaró Salah Al-Bardawil, el presidente del grupo islamista parlamentario palestino, al corresponsal en Gaza de Le Monde, Michel Bôle-Richard.