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POBLACIÓN

La inmigración, impulso de la sociedad española

Por Paula PortasTiempo de lectura1 min
Sociedad17-06-2007

Uno de los argumentos más frecuentes para justificar medidas preventivas contra la inmigración es que los inmigrantes son una carga para el Estado porque no pagan impuestos. La realidad es bien distinta, puesto que los inmigrantes sí pagan impuestos. En España cerca de un millón de inmigrantes son irregulares, de los que en torno a 700.000 están empadronados y unos 300.000 no.

Marroquíes, ecuatorianos, colombianos, chinos, rumanos, chinos, senegaleses, pakistaníes, búlgaros y cubanos; desde casi los cuatro puntos cardinales, millones de personas solicitan regularizar su situación en España. Por distribución territorial, los datos revelan que Madrid es la provincia donde más solicitudes se han presentado (48.796), seguida de Barcelona (48.148) y Almería (16.602). Sin embargo, por comunidades autónomas es Cataluña la que más peticiones de regularización recibe (58.000), seguida de la Comunidad de Madrid y de Andalucía (39.529). España es cada vez más una sociedad de inmigración, en la que también se dan otras tendencias demográficas como el alargamiento de la esperanza de vida y el descenso de la fecundidad. Ante estos desequilibrios demográficos, la inmigración ha recibido mayor atención por ser considerada una opción, e incluso una solución. Tanto es así, que a finales del siglo XX surgió el término de migración de sustitución, expresión a través de la cual se entiende la inmigración necesaria para impedir el descenso del tamaño de la población y el envejecimiento demográfico.