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JUICIO 11-M

La Fiscalía llama “esquizofrenia procesal” relacionar a ETA con la matanza

Por Enrique García García Tiempo de lectura4 min
España15-06-2007

En el juicio por los atentados del 11-M ha llegado el momento de escuchar las alegaciones finales de la fiscalía y los particulares. Los fiscales mantienen que ETA no tuvo relación alguna con la matanza en unas conclusiones finales en las que se escucharon reproches a la prensa y a la AVT.

El fiscal jefe, Javier Zaragoza, fue de los primeros en intervenir, y lo hizo a propósito del discutidísimo asunto de los explosivos utilizados en el atentado. Zaragoza recalcó que la última prueba pericial “es importante pero no absoluta” e hizo hincapié en el hecho de que tan solo una muestra de las 23 analizadas hace sospechar la posible existencia de Titadyne, mientras que en las otras 22 hay presencia de ftalato de dibutilo, componente exclusivo de la Goma 2 ECO. Para Zaragoza lo más importante es “que todas las pruebas apuntan” a que los acusados son los responsables del terrible hecho, y que las dudas sobre el tipo de explosivo no pueden exculparles. En referencia a otros aspectos del caso, el fiscal aludió a las incongruencias en los 11 testimonios prestados por el acusado Rafa Zouhier; “no hay ninguno igual” asegura Zaragoza. También consideró sobradamente acreditado que el acusado Suárez Trashorras no es un enfermo mental, y que, por tanto, no pudo haber sufrido ningún acceso psicótico en el momento en el que organizó la operación de tráfico de explosivos. Finalmente, explicó la retirada de los cargos como autor material contra Basel Ghalyoun, por el cambio en la declaración de un testigo visual, que recientemente reconoció por una foto al huido Daouh Ouhnane. Más adelante, la fiscal Olga Sánchez hizo de nuevo alusión a Rafa Zouhier como el desempeñante de “un papel determinante” en la trama, al ser quien proporcionó acceso a explosivos a la célula islamista a través de Antonio Toro y de su cuñado, José Emilio Suárez Trashorras. También recordó la fiscal Sánchez que los responsables de la empresa Canela de Seguridad –suministradora de la mina Conchita- han declarado haber servido Goma2 ECO y EC hasta 2002, lo que justificaría la mezcolanza de sustancias halladas en los análisis del explosivo. Para apoyar su exposición, la fiscal se sirvió de una presentación en Power Point en la que se mostraban detalladamente la trayectoria, horas y explosiones de los cuatro trenes de cercanías objeto de los atentados. Sin embargo, las declaraciones más sonadas de Olga Sánchez se demorarían todavía hasta el día siguiente, cuando criticó el tratamiento que el caso ha recibido a lo largo de los años en diversos medios de comunicación, y que no ha sido merecido por la dignidad de los afectados ni por la memoria de las víctimas. Críticas a la prensa Negándose a dar nombres o referencias claras, la fiscal habló de “personas que pudieron aprobar la carrera de periodismo pero no que tienen la altura y grandeza para desempeñar esta profesión” frase que provocó la intervención del presidente del Tribunal, Javier Gómez Bermúdez, por su inconveniencia en el marco de una vista judicial. En la parte de los particulares, el abogado de la asociación de afectados del 11-M, Antonio Segura, quiso sacar a colación en su alegato responsabilidades del anterior ejecutivo por, sucesivamente, haber apoyado la guerra de Iraq, haber participado en la “foto de las Azores” y no haber tomado medidas de protección extra tras “poner a España en primera línea” de los objetivos terroristas. De forma algo más centrada, hizo un recordatorio sobre la estructura del terrorismo islámico, dirigiéndose a los que siguen buscando a ese alguien más supuestamente por encima de los acusados. Segura recordó que dicha estructura no es piramidal, como la del común de los grupos terroristas conocidos, pasando a continuación a establecer, durante media hora, un esquema de responsabilidades a, nivel de célula, de los acusados. El abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Emilio Murcia, utilizó su alegato para defenderse de las acusaciones vertidas por el Fiscal Jefe, Javier Zaragoza, según las cuales, la acusación de la AVT sufre de “esquizofrenia procesal” y está haciendo, en la práctica, una labor de defensa de los acusados, por entender, quizá, que su línea de interrogatorios y testigos incidía con frecuencia en la existencia o no de un vínculo con ETA. Murcia reprochó al fiscal que se les acusase de esquizofrénicos cuando la oficina que el mismo dirige ha realizado funciones de defensa y ha acabado "retirando la acusación" en procesos "contra destacados líderes de la izquierda abertzale". También aseguró que "jamás hemos buscado la absolución de los acusados" aunque, dijo entender, “preguntar es legítimo”. Murcia señaló que las pruebas no han acreditado ningún vínculo entre ETA y el 11-M y se mostró sorprendido de la cantidad de esfuerzos destinados a probar, precisamente, la inexistencia de ese vínculo. También aseguró que en el juicio faltan acusados. "No nos conformamos, queremos saber quienes fueron las personas que estuvieron detrás de la ideación de los atentados", dijo Murcia, al parecer no satisfecho con los actualmente imputados como autores intelectuales.