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LIBERIA

Charles Taylor, ante el Tribunal de La Haya

Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura2 min
Internacional10-06-2007

Charles Taylor, el ex dictador de Liberia, podría ser el primer jefe de Estado en ser condenado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya después de que el yugoslavo Slobodan Milosevic muriera antes de que la Corte dictara sentencia contra él. El único precedente en este aspecto es la condena al efímero jefe de Gobierno de Ruanda durante la masacre a los tutsis.

Taylor no está siendo juzgado por los posibles delitos que haya cometido durante su régimen en Liberia, sino por los crímenes de su Gobierno por inmiscuirse en la brutal guerra civil de Sierra Leona, donde según la acusación, Taylor entregó armas y distintas ayudas a los rebeldes del Frente Unido Revolucionario -los crímenes de esta guerrilla incluyen el asesinato de niños y la vejación de mujeres como esclavas sexuales- a favor de recibir diamantes. La actitud de Taylor, que llegó en el poder, precisamente tras liderar una guerrilla, no es demasiado diferente a la de otros presidentes africanos como Paul Kagame o Yoweri Museveni que nunca han tenido inconveniente en prestar ayuda a guerrillas de países vecinos. La diferencia está en que Taylor fue forzado a abandonar el poder en 2002 ante la hostilidad de su propio pueblo y el actual Gobierno del país parece muy contento de que su ex dictador sea juzgado por el TPI en Países Bajos. La marcha de Taylor fue polémica, porque, en un momento en que la ONU abroncaba a EE.UU. por la invasión de Iraq, Naciones Unidas tuvo que recurrir -casi suplicar- a las tropas norteamericanas para que se asegurar la transición en el país. La actitud de Taylor en el juicio, según parece, va a ser la de ignorar. El ex presidente ha decidido no acudir a ninguna sesión judicial, con lo que los fotógrafos se quedarán sin su esperada imagen en el banquillo. Sin duda la posible condena a Taylor puede poner fin a la tradicional impunidad en el país. El proceso al ex dictador de Chad, Habré, parece haberse quedado en agua de borrajas y la cadena perpetua de enero al ex dictador de Etiopía, Mengistu -padre del "terror rojo"- no ha tenido ninguna repercusión por la negativa de Zimbabwe a extraditarlo. Quizá ahora la Justicia sí sea una realidad en el continente africano y no acto de venganza como con Macía o Selasie.