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EMPLEO

¿Carrera universitaria igual a trabajo?

Por Elena De Román MartínTiempo de lectura2 min
Economía10-06-2007

Una de cada cinco personas en paro es un titulado universitario y uno de cada tres tiene un empleo en un puesto de baja cualificación. Está claro que tener una carrera ya no garantiza ni un buen sueldo y ni siquiera trabajar en algo relacionado con lo estudiado. Según un estudio de Comisiones Obreras, 1,37 millones de asalariados con estudios universitarios, el 35,5 por ciento de los 3,9 millones existentes en España, no desempeñan una ocupación acorde con tal formación, sino una inferior.

Estos datos corresponden al cuarto trimestre de 2006 y se suman a recientes informes que aseguraban que España era uno de los países donde había menos diferencia salarial entre trabajadores universitarios y los que no habían realizado estudios superiores. En concreto, la diferencia entre el sueldo medio de los titulados universitarios y los que no han acabado la ESO ha caído un 40 por ciento desde 1997. Según CC.OO., 2.643.000 personas con una titulación superior no han encontrado un empleo acorde con sus estudios, de las cuales 879.000 han decidido salir del mercado laboral, 349.000 esperan en el paro y 1.370.000 han preferido trabajar, aunque en puestos que habrían requerido una formación inferior. La principal causa es la elección del modelo con el que España ha decidido crecer, ya que la dependencia económica de actividades intensivas de mano de obra que no requieren una cualificación elevada ha dejado fuera del mercado laboral a un importante número de universitarios. Esto conlleva una evolución de la productividad a la baja, determinada por que el empleo se ha inclinado hacia actividades de bajo valor añadido, a lo que se suma una desmotivación y posterior salida del mercado de cerca un millón de trabajadores. Como consecuencia, la estabilidad económica de la Seguridad Social se ve afectada. Sin embargo, los empresarios consideran que el problema radica en que el sistema educativo no se ha preocupado de proporcionar el perfil del trabajador que necesitan las empresas y que eso genera desajustes. Para CC.OO., este planteamiento no se ajusta del todo a la realidad, ya que hay muchos parados que no aceptan un empleo, no porque no pueda desempeñarlo, sino porque consideran que las condiciones salariales no son justas. “Debemos contrarrestar la idea de que falta mano de obra cualificada, si lo que hay detrás es sólo un deseo de que ésta sea más barata”, apunta el sindicato.