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ORIENTE PRÓXIMO

Israelíes y palestinos, incapaces de frenar la última escalada de violencia

Por Salvador Martínez MásTiempo de lectura3 min
Internacional03-06-2007

Mientras se cumple el cuarenta aniversario de la “Guerra de los Seis Días”, el conflicto israelo-palestino sigue presentando síntomas de ser un conflicto sin solución. El historiador, escritor y cronista israelí, Tom Segev recordó la semana pasada que “40 años después” de aquel conflicto entre cinco países árabes e Israel, el Estado israelí “no puede retirar” a sus colonos “de Cisjordania”.

Aquella “Guerra de los Seis Días”, desarrollada entre el cinco y el diez de junio de 1967, fue la victoria militar de Israel que puso las bases geográficas de la relación que han tenido israelíes y palestinos hasta hoy. Los segundos se quedaron con la parte del territorio de Palestina que hoy se conoce como Cisjordania y la Franja de Gaza, y los primeros llegaron a implantarse hasta en la tres veces santa ciudad de Jerusalén. Sin embargo, también “metió a Israel en una trampa de la que es imposible que salga y en la que cada día que pasa es más difícil que se dé la posibilidad de que salga”, según explicaba Segev al diario Le Monde. De ello da cuenta la perpetuación de los enfrentamientos entre israelíes y palestinos ocurridos la semana pasada. Fatah y Hamas, los partidos palestinos que, respectivamente, controlan la Presidencia y el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), al haber desarrollado durante los pasados siete días una serie de negociaciones a favor de la declaración de un alto el fuego con Israel, han visto cómo sus milicias han minimizado sus acciones contra Israel. Estos ataques, desde que comenzó la última escalada de violencia a principios del mes pasado, consisten fundamentalmente en el lanzamiento de misiles de fabricación casera, Qassam, desde la Franja de Gaza contra el territorio israelí. No obstante, el último día de la semana pasada, se tuvo constancia de que esas negociaciones no tendrían consecuencias en esta semana de aniversario de la “Guerra de los Seis Días” porque Hamas ha solicitado que ese alto el fuego se aplique a Cisjordania y a la Franja de Gaza en lugar de hacerlo solamente en la franja de territorio costero del mar Mediterráneo en el que se encuentran hacinados un millón y medio de palestinos y en la que el Ejército israelí también actúa. El interlocutor israelí de Hamas, respondió la semana pasada con actos y no con palabras. El pasado jueves, el diario israelí Haaretz citaba fuentes militares de Israel cuando daba cuenta de que en Cisjordania y Gaza “aún quedan muchos objetivos que alcanzar”. De este modo, no parece previsible el fin de la última escalada de violencia. Así, a las últimas muertes palestinas de la semana pasada, cinco en el primer fin de semana de este mes, y entre las que se encuentran dos niños de 11 y 13 años que fueron confundidos por los tiradores del Ejército israelí con terroristas en la frontera norte de la Franja de Gaza con Israel, seguirán las que puedan producirse esta semana. De hecho, si la aviación israelí dejó de intervenir hasta en once ocasiones al día como vino haciendo hasta el pasado martes, el viernes de la semana pasada retomó la política de asesinatos selectivos. Ese día, Fadi Abu-Mustafa, miembro del brazo armado de la organización islamista Yihad Islámica, fue asesinado cuando se desplazaba en su motocicleta en el centro de la Franja de Gaza. Las autoridades israelíes le reprochaban la autoría de varios atentados contra Israel cometidos durante los últimos cuatro años.