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REINO UNIDO

El ‘Caso Litvinenko’ crea discrepancias entre Londres y Moscú

Por Berta Pardal. LONDRES Tiempo de lectura1 min
Internacional03-06-2007

La muerte del agente del Servicio Federal de Seguridad ruso en Londres a causa de una sustancia radioactiva difícil de detectar hizo saltar la alarma internacional el pasado noviembre. Desde entonces, la relación entre Reino Unido y Rusia se ha visto afectada. Moscú se niega a entregar a Lugovoi porque el artículo 61 de la Constitución rusa prohíbe la extradición de sus ciudadanos. Pero las autoridades británicas argumentan que existe la posibilidad de una extradición desde que Rusia firmó en 2001 la Convención Europea sobre Extradiciones.

Alexander Litvinenko, enemigo del Kremlin que recibió asilo político en Gran Bretaña, falleció en un hospital de Londres el 23 de noviembre, después de ser envenenado con polonio 210, una sustancia radiactiva muy difícil de detectar. Litvinenko acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, por su envenenamiento en una declaración justo antes de morir. Su declaración fue el detonante para que la tensión entre Rusia y Reino Unido explotara en unos meses de acusaciones y ambigüedad. El embajador británico, Anthony Brenton, ha enviado su petición de extradición para el sospechoso de envenenar a Litvinenko pese a la fuerte oposición rusa. La Cancillería y la Procuraduría General de Rusia se niegan a declarar al respecto y acusan al Gobierno británico de politizar el asunto. El Servicio de Fiscales Reales de Gran Bretaña asegura que cuenta con firmes pruebas para inculpar al ex agente de seguridad ruso Andrei Lugovoi por el homicidio de Litvinenko. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusaba la pasada semana a Reino Unido de "politizar" el caso del antiguo espía, un asunto que según el ministro debe ceñirse al terreno de los órganos de seguridad. Lavrov afirma que "Reino Unido intenta utilizar este caso criminal para instigar una campaña política" y añade que la actitud británica está repercutiendo en las relaciones bilaterales. Es tiempo ahora para que los organismos judiciales británicos y rusos verifiquen las declaraciones del empresario Andrei Lugovoi, que ofreció tres versiones del asesinato de Litvinenko y dejó entrever un posible interés de terceras personas en la muerte de Litvinenko.