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ELECCIONES 27-M

El PSOE paga caro las apuestas de Zapatero contra los órganos del partido

Por Silvia SánchezTiempo de lectura3 min
España03-06-2007

La dimisión de Miguel Sebastián en Madrid ha puesto el punto final a una candidatura que ha fracasado y eso que había sido una apuesta personal de Zapatero. Los candidatos de Extremadura y Castilla – La Mancha, en cambio, cosechan el éxito en las urnas con lo que avalan la coordinación y poder de decisión de los partidos en las comunidades frente a las decisiones personales.

La primera decisión drástica tomada en el Partido Socialista después de las elecciones del pasado 27 de mayo es la dimisión de Miguel Sebastián. El candidato a alcalde de Madrid que fue derrotado en las urnas por el popular Alberto Ruiz Gallardón ha declarado la pasada semana que deja el ayuntamiento de la capital “por coherencia y porque es lo mejor para el PSOE”. Dijo además que, a pesar de que pensaba permanecer en su puesto de la oposición, comprende que “con estos resultados, los votantes se sienten frustrados” y muchos de ellos esperan “una profunda renovación del partido”. La candidatura de Sebastián fue una puesta personal del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, por lo que muchos le han responsabilizado de la derrota. La anterior candidata socialista por Madrid, Trinidad Jiménez, ha declarado esta semana que también el Partido Socialista de Madrid es responsable del fracaso electoral. Jiménez dijo que “tendríamos que haber hecho una propuesta suficientemente relevante. Trinidad Jiménez comentó además que no basta con echar la culpa a unos u otros, sino que es una cuestión de “tomar una determinación firme de qué proyecto le estamos mostrando al electorado madrileño, la imagen que estamos dando”. En este mismo sentido se mostró el Secretario de Organización del PSOE, José Blanco. Admitió que el PSM no había hecho bien las cosas y que desde que perdió el poder en la comunidad, “no hemos sido capaces de ordenar y reestructurar”. Blanco añadió que los resultados no son un problema de candidatos, sino de “estructura” y “raíz”. En la Ciudad de Valencia, la decepción socialista también fue patente el domingo electoral. Aunque no se han tomado decisiones tan importantes como en Madrid, la candidata a la Alcaldía de la capital, la ex-ministra Carmen Alborch no cosechó el triunfo esperado. Muchos votantes se preguntan ahora si continuará en el ayuntamiento como voz de la oposición o si volverá a la capital del país para seguir desarrollando allí su labor política. Su designación como candidata ya causó sorpresa en su momento y también fue una apuesta desde la dirección general del PSOE. Aún así, Rafael Rubio, secretario del PSOE en la ciudad valenciana ha puesto ya su cargo a disposición de la directiva comarcal por una cuestión de “coherencia” según comentó. Rubio era el principal candidato para la Alcaldía hasta que se designó a Alborch. Victorias de Vara y Barreda Sin embargo, hay otros ejemplos donde el triunfo socialista ha provocado grandes sonrisas y satisfacción la última semana. Es el caso de las comunidades de Extremadura y Castilla – La Mancha. Los candidatos a presidente de la comunidad han conseguido renovar a incluso aumentar el apoyo de los ciudadanos a su partido, a pesar de sustituir a dos pesos pesados de la política y personas carismáticas como eran Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Bono. El extremeño Guillermo Fernández Vara, que ha conseguido un 53% por ciento de los votos, era consejero de Sanidad y hombre de confianza de Ibarra. En Castilla-La Mancha, José María Barreda ha logrado que el PSOE continúe dirigiendo la comunidad con el respaldo de los electores. Los resultados de las urnas han servido para reafirmar a unos y desestimar a otros. Las decisiones personales de Zapatero no han tenido los efectos deseados. Algunos miembros del PSOE critican desde dentro estos dictámenes que llegan desde lo más alto del partido. Los miembros de la lista del PSM, por ejemplo, ya habían manifestado su desacuerdo con que Sebastián permaneciese en la lista y pidieron a la Comisión Ejecutiva que no tomase posesión de su cargo como concejal. Asímismo, ha quedado patente que el trabajo en equipo de los grupos regionales está dando mejores resultados que las designaciones a dedo. Por ello, también militantes valencianos acusan a sus representantes de mantener una actitud seguidista con la directiva de Madrid, sin hacer aportaciones propias que beneficien a la Comunidad de Valencia.