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JUICIO 11-M

Las traducciones de ‘El Egipcio’ presentan deficiencias

Por Enrique García García Tiempo de lectura1 min
España01-06-2007

El comienzo de otra semana de juicio no auguraba grandes sorpresas. Una pelea en la cabina de los acusados y una disputa entre los peritos sobre el explosivo utilizado. Nada nuevo… o eso parecía.

En primer lugar, los peritos designados para la nueva prueba a los restos del explosivo no fueron capaces de dar una versión coherente. Sus discrepancias están fundamentadas en la consideración o no como válidas de unas muestras de polvo de extintor dejadas después de la explosión sobre focos de incendio, y que habrían absorbido nitroglicerina procedente de cartuchos de titadyne. Los expertos de la policía y la Guardia civil coinciden, por su parte, en dar mayor validez a muestras que hubieran estado expuestas a la explosión. Otro perito, sin embargo, fue el que soltó la auténtica “bomba” de esta semana en la sala del tribunal: se trata de un intérprete perito que afirma que algunas de las traducciones que incriminan a Rabei Osman el Sayed Ahmed, alias Mohamed El Egipcio son incorrectas. En concreto este perito –que fue citado por la defensa de Osman- alude a conversaciones telefónicas grabadas en Italia, que podrían haber sido incorrectamente procesadas debido al desconocimiento del árabe culto y de ciertas referencias o citas históricas. Dichas conversaciones son base para imputar a Osman la autoría intelectual de los atentados, por la que la fiscalía pide más de 36000 años de cárcel para él. Una cifra solo un poco menor que la que pesa desde hace solo unos días sobre otro de los acusados, Rafa Zouier, el confidente policial implicado en los atentados. La fiscalía, tras revisar de forma definitiva sus pretensiones, ha elevado la condena exigida hasta 39000 años de prisión, como colaborador necesario en la terrible matanza. Se considera que Zouier actuó de forma determinante como enlace entre los terroristas islamistas y el grupo de Asturias que vendió los explosivos.