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RELACIONES EXTERIORES

España y EE.UU. normalizan relaciones pese al desencuentro sobre Cuba

Por Enrique García García Tiempo de lectura2 min
España01-06-2007

Más de tres años es lo que ha tardado un alto mandatario estadounidense en viajar a España desde que José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones generales en marzo de 2004. Ha sido la secretaria de Estado norteamericana, Condeleezza Rice, la que con su visita dejó atrás un largo periodo de desencuentros entre ambas administraciones aunque, eso sí, persisten las diferencias en temas como la postura hacía Cuba.

Rice se entrevistó con el Rey, Zapatero, y Moratinos así como con el jefe de la oposición, Mariano Rajoy. Pese a los esfuerzos que se habían hecho, el Gobierno no pudo impedir que Latinoamérica y en particular Cuba centrasen buena parte de las conversaciones. Tanto Rice como Moratinos coincidieron en declarar “normalizadas” las relaciones entre los dos países, y la secretaria de estado estadounidense, aunque ante las preguntas explicó las reservas que en su momento se habían tenido tras la retirada española de Irak, apuntó que eso “ocurrió hace mucho tiempo”. Y es que el desacuerdo, hoy por hoy, está en la forma de tratar con el régimen castrista de Cuba. La administración Bush no es partidaria de mantener ningún tipo de diálogo con el gobierno de su ancestral enemigo Fidel Castro, y se centra en los disidentes como interlocutores. La administración española mantiene diálogo tanto con Castro como con los opositores a su régimen y, según recordó Moratinos en presencia de Rice, son los funcionarios españoles los que, a fin de cuentas, mantienen más contactos con la disidencia. En lo que si estuvieron más cercanas las posiciones fue en lo referente a Venezuela. La situación allí preocupa a ambos gobiernos, así como otras materias como el terrorismo y narcotráfico donde la unidad es patente. La vista de Rice se produce después de tres intentos anteriores en los que la dirigente estadounidense canceló sendas visitas programadas a España alegando motivos de agenda. Lo cierto es que en los últimos tiempos las relaciones entre España y EE.UU. han estado más cerca del desencuentro que del entendimiento. Primero fue el desprecio de Zapatero a la bandera de EE.UU durante un desfile de las Fuerzas Armadas en Madrid, posteriormente la retirada de las tropas de Iraq, más adelante, el líder del Ejecutivo socialista apostó por John Kerry para las elecciones presidenciales en contra de Goerge Bush. En definitiva, es casi un hecho que Zapatero va a finalizar su legislatura sin entrevistarse con el presidente de la primera potencia mundial. El contraste Sarkozy Bastante más relajada para el Gobierno fue la también reciente visita del presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy. En este caso, la reunión con José Luís Rodríguez Zapatero terminó en lo que parecía un acuerdo anunciado y completo. No solo se intercambiaron las acostumbradas declaraciones de buena voluntad en materia anti-terrorista. Sarkozy también puntualizó que “frente al terrorismo solo hay una política: unidad” y que no quería que “los terroristas dijeran que Izquierda y Derecha estaban divididas en esta materia”. El otro gran asunto era Europa, en el que ambos líderes acordaron “conjurarse” para impulsar un nuevo tratado constitucional “reducido” y así desbloquear el avance de la Unión Europea en este sentido. “Vamos a demostrar que España y Francia pueden hacer que Europa se mueva” dijo Sarkozy.