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ELECCIONES 27-M

Una campaña electoral centrada en las presidenciales de 2008

Por Antonio PérezTiempo de lectura6 min
España26-05-2007

El votante despistado que se guiara sólo por los mítines del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, pensaría que lo que estaba en juego en las últimas semanas era La Moncloa o, incluso, el mismo concepto de España. Nada más lejos de la realidad. Pero, a pesar de que se celebraban elecciones municipales y autonómicas, ni la política antiterrorista ni la Operación Malaya han tenido un respiro.

Eran las elecciones a pueblos, ciudades y, en algunos casos, también a Comunidades Autónomas. Aunque no lo pareciera. Y es que as últimas semanas han servido más bien de campo de batalla para que los líderes de los dos grandes partidos nacionales midieran sus fuerzas de cara a los próximos comicios generales. De hecho, asuntos como la lucha antiterrorista o la Operación Malaya tuvieron un papel más que protagonista en la búsqueda del voto de los indecisos, precisamente porque los dos líderes nacionales han estado interpretando la pasada campaña electoral en clave nacional. Tal vez por este motivo, los principales asuntos presentes en la agenda política española se han trasladado a la campaña y han ocupado buena parte del espacio electoral. Si el inicio de la campaña la polémica se centró en la impugnación de las listas y no la ilegalización de las formaciones políticas que podían ser afines a Batasuna –como Abertzale Sozialistak (AS) y Acción Nacionalista Vasca (ANV)-, la cercanía de la cita electoral fue calentando los ánimos. De este modo, la lucha antiterrorista siguió en la palestra y el principal partido de la oposición advirtió a los electores: “Cada voto que no vaya al PP será un voto para que ETA esté en las instituciones”. La valoración salió de los labios del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, pero el líder popular, Mariano Rajoy, secundó la postura de su antecesor en el partido. Aznar también ha aprovechado para criticar la política de “exclusión” que, a su juicio, lleva a cabo Rodríguez Zapatero y que ha llevado a que “media España no aguante a la otra media”, algo que, según el ex presidente, “nos condujo a lo peor de nuestra historia hace setenta años”. Un peso pesado del PSOE, el también ex presidente Felipe González, también irrumpió en la campaña electoral para considerar “una monstruosidad” las palabras de Aznar y considerar “un bochorno” la “irresponsable” actitud de la oposición. Además, González llegó a ofrecer una lección a sus adversarios políticos: “Para aprender a ser demócratas, tienen que aprender a perder hasta que sonrían”. En la lucha antiterrorista, también el caso De Juana estuvo presente, y el PSOE sacó partido, como ya hiciera en la campaña electoral de 2004, a la guerra de Irak para identificar este conflicto con la política desarrollada por el PP cuando gobernaba, a lo que Rajoy respondió con que, desde su puesto de vista, Zapatero tiene una “obsesión patológica” con el PP y con “machacar” al principal partido de la oposición Ataques y agresiones en el mundo real y virtual Los nervios no estuvieron más calmados tampoco en el mundo virtual. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, utilizó Second Life, un mundo paralelo al real que se desarrolla en internet, para ofrecer uno de sus mítines. Una apuesta original que chocó frontalmente con el hecho de que, precisamente en esta plataforma, donde varios candidatos han llevado a cabo campañas electorales, también aparecieron carteles del PP y del PSOE quemados y sedes atacadas por habitantes de este mundo imaginario que cada vez tiene más adeptos. De manera real, los simpatizantes de las distintas fuerzas políticas -especialmente los del PP-, han recibido presiones de miembros de la izquierda radical vasca y varias sedes de partidos, así como la subdelegación del Gobierno de Vitoria, han sido atacadas con cócteles molotov durante la pasada campaña electoral. También se llevaron a cabo diversos actos de kale borroka como sabotajes a la infraestructura ferroviaria de Navarra, pinturas amenazantes contra candidatos, y actos como la quema de contenedores y neumáticos en diversos puntos del País Vasco e incluso, asaltos a la sede de Nafarroa Bai en Navarra. También unos cuarenta simpatizantes de Batasuna tuvieron que ser detenidos después de irrumpir en un pleno del Ayuntamiento de San Sebastián al grito de “pucherazo no”. Este tipo de acciones ha tenido un incremento exponencial en el último mes con respecto a los anteriores, como método de protesta por la impugnación de las candidaturas de AS y ANV. La batalla por Madrid, el "cambio" y la "crispación" Uno de los feudos con mayor importancia para los dos partidos es precisamente Madrid, tanto la Comunidad como el Ayuntamiento de la capital española. La denominada batalla por Madrid va más allá de los simples números o cifras, ya que tiene un valor simbólico especial. Ya en las elecciones municipales y autonómicas de 2003 se puso en relieve su importancia con el caso Tamayo, con la deserción de dos parlamentarios socialistas -que supuso la pérdida del Gobierno de la Comunidad del partido de Rafael Simancas en coalición con Izquierda Unida, la repetición de elecciones y la victoria con mayoría absoluta del PP de Esperanza Aguirre-, que supuso un importante revés electoral para el PSOE. En esta ocasión Simancas se mantuvo como candidato a la Comunidad y, tras la marcha de Trinidad Jiménez del Ayuntamiento para ocupar la Secretaría de Estado para Iberoamérica, el que fuera jefe de la Oficina Económica de Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián, se hizo cargo de la campaña por el Ayuntamiento. En uno de los debates políticos televisados más polémicos de los últimos tiempos, Sebastián preguntó al alcalde de Madrid y candidato del PP, Alberto Ruiz-Gallardón, por su relación con Montserrat Corulla, una supuesta testaferro de Juan Antonio Roca, ex asesor de Urbanismo de Marbella y uno de los principales imputados en el caso Malaya. Las dudas sobre si el candidato socialista se refería a una relación personal o profesional subieron el debate varios grados y Gallardón llegó a increpar a Sebastián: “Hay que estar muy desesperado políticamente para hacer lo que ha hecho”. El candidato socialista afirmó que Corulla “paseaba por Urbanismo como Pedro por su casa”, en alusión a que la aludida visitó hasta en cuarenta ocasiones el área de Urbanismo del ayuntamiento madrileño. Al igual que Sebastián, el tiempo tampoco fue misericordioso con la campaña. Las fuertes lluvias que causaron inundaciones y cuantiosos daños materiales en municipios como Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, hicieron que Rajoy visitara la zona y criticara al Gobierno y al Ejecutivo de Castilla La Mancha al asegurar que lo ocurrido “se podía haber evitado”. En el cierre de campaña, Rajoy pidió un cambio “tranquilo pero imparable” para España. Rodríguez Zapatero, por el contrario, cerró en Madrid su campaña piediendo el voto en contra de las “ofensas” de Aznar y de Rajoy votando “masivamente por la convivencia y contra la crispación”. El presidente, de esta manera, pidió a los ciudadanos a que siguieran la estela de 2004, cuando se puso fin a lo que, a su juicio, era el “ordeno y mando” del PP.