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IRAQ

Los atentados sacuden el Kurdistán iraquí

Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura2 min
Internacional13-05-2007

Los atentados suicidas llegaron la pasada semana al Kurdistán. En una región tradicionalmente tranquila, donde la violencia sectaria es muy reducida y donde debido a los anhelos de independencia se intenta vivir lo más de espaldas posible a los problemas del resto del país, al menos 50 personas murieron en dos atentados con coche bomba.

El primero de los atentados acaeció el pasado miércoles, cuando un camión bomba estalló frente a una sede del Ministerio kurdo de Interior de la capital de la región, Erbil. La explosión del vehículo, cargado con unos 800 kilos de trinitrotolueno causó la muerte de 20 personas y dejó tras de sí 70 heridos. Al parecer, un gran número de los damnificados eran pashmergas, milicianos kurdos que hacen las veces de fuerzas de seguridad autónomas. Apenas cuatro días después, la violencia llegó a la ciudad de Majmur, donde un coche bomba hizo explosión frente a una sede del Partido Democrático del Kurdistán, a la cabeza del Gobierno autónomo de la región y cuyo presidente es Massud Barzani. El secesionista PDK local celebraba una reunión en el momento del ataque. Además de los daños materiales en las oficinas del partido y en varias oficinas oficiales, murieron 30 personas con motivo del atentado. Se desconoce la autoría de ambos ataques. Una región que busca la independencia El Kurdistán, o Tierra de los kurdos es un territorio histórico no autónomo donde tradicionalmente han habitado los miembros de esta etnia centroasiática. Actualmente, el Kurdistán está repartido entre Turquía, Irán, Iraq, Siria y Armenia. Esta situación es heredera de la desintegración del Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial. Hasta entonces, el Kurdistán era una provincia reconocida del Imperio, que tras la victoria aliada en la contienda engrosó la lista de futuros estados que manejaban las potencias occidentales tras el desmantelamiento del Estado otomano. No obstante, el padre de la Turquía moderna, Kemal Ataturk, reconquistó parte de la región para Ankara y los aliados acabaron aceptando el Statu Quo para evitar un conflicto. El resto del Kurdistán quedó bajo protectorado británico y francés, pero al igual que pasó en Palestina, las dos potencias acabaron por abandonar la zona sin solucionar el conflicto territorial. Actualmente, tras un periodo en el que la represión contra los independentistas kurdos se recrudeció en Turquía (encarcelamiento de políticos, ataques selectivos, falta de libertad de expresión, torturas,etc) y en Iraq (genocidio de Sadam Husein en las regiones kurdas, gaseo de la población, etc.) especialmente, el conflicto permanece aparcado en la agenda internacional. En Iraq no obstante, el Kurdistán cuenta desde la caída de Husein con un Gobierno Autónomo que controla directamente tres pequeñas provincias del norte del país con mayoría kurda y tiene cierto poder parcial en otras tres regiones con gran presencia kurda entre su población.