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COLOMBIA

El ELN ofrece un "alto el fuego" tras casi 40 años de lucha

Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura2 min
Internacional22-04-2007

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) se define como una guerrilla que busca la justicia social y para ello debe recurrir a la lucha armada. Fue creado en 1964 al amparo de Fidel Castro y es de una clara ideología izquierdista y marxista. La banda está muy ligada a la Iglesia, sobre todo a través de la Teoría de la Liberación. Uno de sus fundadores fue un sacerdote, Camilo Torres, que cayó abatido en un tiroteo, y entre 1973 y 1998, el ELN estuvo dirigido por el sacerdote español Manuel Pérez Martínez, el cura Pérez.

Era un “secreto a voces” que el Gobierno de Colombia, presidido por Álvaro Uribe, estaba en conversaciones con la banda terrorista guerrillera Ejército de Liberación Nacional (ELN). La pasada semana se demostró oficialmente cuando los comandantes de esta organización anunciaron públicamente su “alto el fuego”. El ELN en la segunda banda terrorista más importante de Colombia, la primera son las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que más que una banda guerrillera, es un ejército al servicio del narcotráfico. El ELN siempre ha tratado de desvincularse de la cocaína, aunque en ocasiones haya tenido relaciones con las FARC en la llamada “Coordinación Revolucionaria”. Los principales crímenes del ELN han sido la colocación de las llamadas minas antipersona, que habrían afectado a más de 5.600 personas. De acuerdo con el informe del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Colombia, el ELN ha desarrollado “auténticas masacres contra la población civil”, aunque en el mismo informe se aclara que en menor nivel que las FARC. El objetivo prioritario del ELN han sido las empresas extranjeras -especialmente las petroleras- y también los secuestros -un tipo de delincuencia muy común en Colombia-. Dos de los incidentes más recordados son el secuestro de 160 feligreses de una Iglesia de la ciudad de Cali, en abril de 1999, y el de los 41 pasajeros de un avión de la compañía Avianca. Desde su llegada al poder, el conservador Álvaro Uribe ha declarado una contraofensiva contra todo el terrorismo -en su visión particular de la “guerra contra todo el terrorismo internacional” preconizada por el presidente de EE.UU., George W. Bush-. Uribe ha tenido que hacer frente a las implicaciones de varias autoridades con los paramilitares -grupo violento en el arco inverso que el ELN y las FARC-, entre ellas la ex ministra canciller María Consuelo Araujo y el ex ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga. Álvaro Uribe se ha defendido diciendo que también ha perseguido y desmantelado los círculos paramilitares. Sin embargo, su lucha contra el terrorismo no le ha impedido aceptar las negociaciones en La Habana con la Comandancia Central del ELN. Los miembros del ELN aseguran que no piden puestos en la Administración ni reinserción, que solicitan “cambios reales en Colombia por el bien de la ciudadanía” con cierta ambigüedad. En su página web, aseguran que Uribe les ha amenazado con “suspender los contactos”. Desde el ELN también afirman que, a pesar de estar en la lista de organizaciones terroristas de la ONU, les apoyan Cuba y Venezuela y tienen “buenas relaciones” con España, Noruega y Suiza. Además, agregan que los contactos serán inútiles si no participan en ellos las FARC, los paramilitares y la sociedad.