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IRLANDA DEL NORTE

De la lucha armada a la autonomía norirlandesa

Por Miguel MartorellTiempo de lectura4 min
Internacional30-03-2007

Aunque el conflicto de Irlanda del Norte se remonta siglos atrás, lo cierto es que es a principios del siglo XX cuando los acontecimientos se incrementan. Desde la lucha armada del Ejército Republicano Irlandés (IRA) hasta el acuerdo sellado para la autonomía del Ulster, han pasado varias décadas, pero, ante todo, han caído 3.600 personas y no siempre involucradas en el conflicto.

Tras décadas de lucha armada, el ansiado alto el fuego del IRA llegó en 1997, después de que la anterior tregua, anunciada en septiembre de 1994, se rompiera con el atentado en febrero de 1996 en la zona londinense de Docklands. Con el cese de las acciones armadas, llegarían, un año más tarde, los Acuerdos de Viernes Santo, respaldados por las intensas negociaciones llevadas a cabo entre Londres y Dublín y ocho partidos políticos, incluido el Sinn Fein que se incorporó a las negociaciones en 1997, tras la llegada a Downing Street del laborista Tony Blair. Ese acuerdo fue ratificado por los ciudadanos a ambos lados de la frontera irlandesa en el referéndum del 22 de mayo de 1998 en lo que supuso la escenificación de la voluntad de un pueblo por la paz. El golpe más duro al recién iniciado camino por el fin de la violencia llegó ese mismo año, con el atentado de Omagh (Irlanda del Norte) que mató a 29 personas. La matanza del 15 de agosto, perpetrada por una escisión del IRA conocida como IRA Auténtico, dio un nuevo cariz a la situación. El rechazo ciudadano a la violencia hizo que la nueva facción recapacitara y declarase un alto el fuego inmediato al día siguiente de la masacre de Omagh. En 1999, las negociaciones de paz comenzaron a dar sus frutos. En apenas un mes, entre noviembre y diciembre, Irlanda del Norte consiguió su propio Gobierno, una coalición entre protestantes y católicos, que puso fin a 27 años de gobierno directo desde Londres. El paso previo lo dio el IRA al anunciar la posibilidad de su desarme si se creaba ese poder compartido. El año 2000 supuso otro momento de bloqueo en el camino a la paz. El lento desarme del IRA provocó que Londres suspendiera el Gobierno de Irlanda del Norte y la situación entrara en un impasse que no se superó hasta el 30 de mayo, cuando las negociaciones entre altos mandatarios británicos e irlandeses culminaron en la restitución de la autonomía del Ulster. Un año más tarde el IRA anunciaría el inicio de su desarme para "salvar el proceso de paz". El hallazgo en 2002 de evidencias de que el Sinn Fein había desarrollado labores de espionaje supuso otro punto crítico en las negociaciones de paz. Los conservadores dieron por muerto el proceso de paz, se suspendió la autonomía del Ulster y el IRA rompió sus contactos con la Comisión de Desarme en medio de una tremenda división en el seno de la banda. La situación volvió a permanecer enconada hasta 2005, cuando el IRA ordenó en un comunicado a todos sus militantes deponer las armas y finalizar para siempre la lucha armada. La orden añadía que se debían realizar todos los esfuerzos por solucionar el problema por la vía política. De forma previa, el Gobierno británico había liberado a un histórico del IRA, Sean Kelly. La confirmación del desarme llegó en septiembre de 2005, cuando la Comisión Internacional Independiente de Desarme, que supervisaba la entrega de armas del IRA, confirmó el completo desarme de la banda, en lo que supuso un paso histórico y necesario para desbloquear el proceso de paz en Irlanda del Norte. A partir de entonces, en el Ulster sólo cuenta la política. Y así se expresa en los Acuerdos de Saint Andrews del 13 de octubre de 2006, donde se acordó la celebración de unas elecciones, la formación de un Gobierno de unidad y la fecha límite para llegar a la culminación de ese nuevo Ejecutivo. Con 36 de los 108 escaños de la Asamblea, los unionistas se impusieron a los republicanos, que fueron la segunda fuerza, con 28 diputados. El reverendo presbiteriano Ian Paisley se convertiría entonces en la pieza clave para avanzar en la autonomía del Ulster. Conocido como el doctor No Paisley se resistió hasta el último momento a la formación de un Gobierno con el Sinn Fein, pero la fuerte inversión pactada con Londres en caso de que el Ejecutivo saliera adelante, parece que acabaron por convencer al reverendo. Así, finalmente, republicanos y unionistas se sentarán juntos en un Gobierno y debatirán su futuro ante la Asamblea, en un momento en el que Paisley busca su relevo generacional al frente del partido unionista más votado de Irlanda del Norte y en el que Reino Unido se enfrenta a unas elecciones que podrían traer un cambio de color en la dirección de Downing Street.