ATLETISMO
Tadesse se crece ante la ¬encerrona¬ keniata a Bekele
Por Alejandro G. Nieto2 min
Deportes25-03-2007
Seis años han tenido que pasar para que Kenenisa Bekele conozca la amargura de la derrota en el Mundial de cross. El etíope, cinco veces consecutivas ganador de la prueba larga, sucumbió esta vez al recorrido infernal, el calor, la humedad y la presión de 30.000 almas enemigas en Mombasa (Kenia). Bekele abandonó, con problemas estomacales, en la última vuelta y el triunfo fue para el eritreo Zersenay Tadesse. En féminas, ganó la holandesa Lornah Kiplagat.
Restaba poco más de una vuelta para finalizar los 12 kilómetros de rampas, arena y barro dispuestos a la orilla del Océano Índico. Por primera ocasión en seis ediciones del Mundial, Bekele, que se veía ya ganador merced a su cómoda ventaja sobre Tadesse, comenzó a renquear. Los más de 30.000 keniatas reunidos en torno al circuito estallaron en júbilo cuando el gran rival de los atletas locales bajó el ritmo y permitió que Tadesse le alcanzara. Corrieron juntos durante unos metros. Pero resultaba evidente que Bekele estaba tocado. El correr elegante, imperturbable y sereno del etíope se veía trastornado por fugaces gestos de sufrimiento. El eritreo tardó en percatarse, pero cuando lo hizo, comenzada la última vuelta, soltó un latigazo que dejó a Bekele sin respuesta. Tadesse encaró la meta sin mirar atrás. Quemó todas sus energías en los últimos dos kilómetros, sin advertir lo que estaba sucediendo tras él. Bekele, completamente exhausto, se paraba en una curva y abandonaba la carrera. Como luego reconoció, había estado sufriendo dolores en el estómago desde la mitad de la prueba y ya no aguantaba más. La alegría fue mayor para los keniatas que se aseguraron así dos plazas en el podio. Tadesse cruzó la meta exultante, con un tiempo de 35’50”. El local Moses Mosop, el único que había aguantado mínimamente el ritmo de los dos primeros, se colgó la plata (36’13”). Tras él apareció la hilera de atletas keniatas, que redondearon la holgada victoria de su país en el apartado de equipos. Bernard Kiprop Kipyego (36’37”) obtuvo el bronce y sus compatriotas Gideon Ngatuny, Hosea Mwok Macharinyang y Michael Kipyego ocuparon, en ese orden, los tres siguientes puestos. El papel de los españoles fue muy discreto. Los mejores fueron Carles Castillejo y Eliseo Martín, en las plazas 67 y 76. Iván Hierro, José Ríos y José Luis Blanco finalizaron más allá de la posición 90, mientras Antonio Jiménez Pentinel no pudo concluir la carrera. Así, el conjunto español se quedó sin opciones de luchar por un buen resultado en la clasificación de equipos. Un apartado en el que Marruecos y Uganda, plata y bronce respectivamente, completaron el podio. En mujeres, también hubo sorpresas. La gran favorita, la etíope Tirunesh Dibaba, ganadora en las dos anteriores ediciones, se vio superada por Kiplagat, una holandesa de origen keniano. Mediado el recorrido, Kiplagat aumentó la cadencia de su zancada y se despegó de sus rivales, que tuvieron que conformarse con pelear por la segunda plaza. La holandesa paró el crono en 26’23”. Mientras, Dibaba (26’47”) derrotó en el sprint final a la también etíope Meselech Melkamu (26’48”) para hacerse con la plata. Gelete Burila, que entró cuarta, aseguró el triunfo por equipos para Etiopía. Kenia obtuvo la plata y Marruecos el bronce. En tanto, España se quedó a un paso de subirse al cajón. La buena actuación de Rosa Morató (20ª), María Elena Moreno (32ª), Marta Romo (40ª) y Judith Plá (43ª) brindó un meritorio cuarto puesto al equipo nacional.