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RELACIONES EXTERIORES

El Rey defiende la independencia del Sáhara tras el plantón de Zapatero

Por Enrique García García Tiempo de lectura2 min
España17-03-2007

Es urgente encontrar una solución “justa, duradera y mutuamente aceptable" para el Sáhara Occidental y que prevea la "libre determinación". Estas palabras pronunciadas por el Rey Juan Carlos en Argelia suponen una toma de postura de España en relación al futuro del Sáhara distinta a la mostrada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, una semana antes.

“Argelia, España y la propia UE están llamadas a entenderse” estas palabras del discurso de despedida pronunciado por el Rey al término de su visita al país norteafricano resumen el espíritu del viaje, realizado a raíz de un reciente desacuerdo con respecto al Sáhara. La visita del monarca venía precedida por el viaje a Marruecos de Zapatero donde apostó por el plan de autonomía propuesto por el reinó alauí para la región del Sáhara Occidental. Se trata de una antigua colonia española que desde 1975 clama por su independencia mientras Marruecos pretende su anexión. Argelia también se opone a los planes de Marruecos y por ello tras el apoyo mostrado por Zapatero, el Gobierno argelino anunció que subiría un 20 por ciento el precio del gas que vende a España. Esta situación resulta preocupante desde un punto de vista económico y político, ya que desde Argelia es desde donde llega a España el principal gasoducto que la abastece. En su visita, el Rey recordó la necesidad mutua que tienen ambos países, España por su dependencia energética del sur, y Argelia por su necesidad de una “puerta a Europa”. También tuvo palabras para el Sahara, a cuyo problema, dijo, es necesario encontrar una rápida solución “justa y satisfactoria para todas las partes”. El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, se expresó, durante el banquete oficial, en términos parecidos en lo que a las relaciones mutuas se refiere. Alegó que la elevación del diálogo político y de la cooperación económica "a un nivel jamás alcanzado en el pasado nos autoriza a partir de ahora a concebir las relaciones argelino-españolas con confianza, optimismo y ambición". Si bien, evitó durante toda la visita hablar del conflicto planteado por la ex-colonia española, ya que ha reconocido que las posiciones en este ámbito son, todavía, diferentes.