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ITALIA

Gobierno de coalición: un traidor entre nosotros

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional25-02-2007

Romano Prodi el funambulista quedó sin pértiga el pasado miércoles después de perder en el Senado una votación clave sobre la política exterior de su Gobierno de coalición. El Ejecutivo de La Unión se quedó a sólo dos apoyos de una consulta parlamentaria en la que se pretendía respaldar la gestión del ministro de Exteriores y viceprimer ministro, Massimo d’Alema, en dos asuntos claves para su Cartera, entre ellos, la misión italiana en Afganistán.

Con una paupérrima ventaja en la Cámara Alta de sólo dos senadores y las divisiones internas en torno a la política exterior italiana que padecía el Gobierno multicolor de Il Professore se mascaba la tragedia. El resultado fue el varapalo del pasado miércoles, cuando sus iniciativas se quedaron, precisamente, a dos apoyos de obtener la mayoría necesaria. En la votación se ponía a prueba al ministro de Exteriores y su defensa de dos asuntos claves para la política exterior del país: la misión de 1.900 soldados italianos en Afganistán y la ampliación de la base militar estadounidense de Vicenza, contra la que, hace menos de una semana, decenas de miles de personas se manifestaron. Sólo un día antes, el propio D’Alema había asegurado que si estos planes no salían adelante en el Senado, todo el Gobierno de Prodi debería “irse a casa”, en una clara indirecta a los senadores más izquierdistas de La Unión, los comunistas radicales y moderados y los verdes. Tres fueron los senadores que dieron la espalda al Ejecutivo de Prodi. Uno de Refundación Comunista, Franco Turigliatto, que anunció su dimisión para no participar en una votación con la que no iba a comulgar con el Gobierno que le alojaba. Los otros dos fueron, según dijeron, bajas involuntarias por enfermedad. La crisis abierta colocó a Prodi en una situación delicada, pero de la que podría salir con la segunda oportunidad que le ha dado el presidente de Italia, Giorgio Napolitano. Sin embargo, el verdadero herido de muerte es D’Alema, que deberá tragarse sus declaraciones y dejar la Cartera de Exteriores. Lo ocurrido el pasado miércoles es el mayor revés que ha recibido el Gobierno de Prodi, en cuyo seno existen fuertes discrepancias en torno a los presupuestos, la misión de Afganistán y el reconocimiento legal de las parejas gays y de hecho. La primera conclusión de los medios italianos tras el varapalo fue que los senadores díscolos prefirieron practicar la política de partido a sostener ese Ejecutivo de centroizquierda que había traído el cambio a Italia. “El Ejecutivo ha caído. No hay mayoría, no hay Gobierno”, proclamaban desde las bancadas de la oposición poco después de la votación, donde, la mayoría de parlamentarios sólo veía una solución: “Prodi debe presentar su dimisión”.