SECTOR INMOBILIARIO
Ocasión, últimas viviendas de promoción pública en propiedad
Por Mayra Ambrosio L.
1 min
Economía18-02-2007
Movimientos sísmicos en el sector: todo un proceso de transformación se está viviendo en el mercado inmobiliario, protagonizado por la desaceleración en la contratación de créditos hipotecarios y los cambios en la estructura de los programas de Vivienda de Protección Oficial (VPO).
La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, ha vuelto a aparecer en escena. Esta vez, para anunciar el próximo Plan Estatal de Vivienda 2009-2012, una dura ofensiva para promover el alquiler en España. Los tiempos de las VPO en propiedad tienen los días contados, pues “el deseo del Ejecutivo es que desaparezca poco a poco la vivienda protegida en propiedad para que prime la de alquiler”, comenta Trujillo. Estos hogares estarán destinados a todos los colectivos y tienen como objetivo “formar un parque público permanente que los ciudadanos podrán utilizar en el momento de su vida en que lo necesiten”, explica la ministra. Con este plan, el Ministerio mata dos pájaros de un solo tiro al intentar elevar la cifra del 10 por ciento de hogares en régimen de arrendamiento para alcanzar la media europea, situada en un 30 por ciento. Decae el furor hipotecario Durante 2006 se hipotecaron menos personas que en años anteriores. La tasa de crecimiento hipotecario cerró el ejercicio en un 23,3 por ciento, lo que supone el menor incremento en los últimos cuatro años. Aunque los expertos creen que 2006 ha marcado un punto de inflexión en el ciclo expansivo, que ha durado 10 años, los cierto es que no se atreven a hablar de moderación en la evolución. Según la Asociación Hipotecaria, la tendencia a la desaceleración en la contratación de estos créditos continuará durante los próximos años, de hecho, prevé que en 2007 se registre un crecimiento de entre el 14 y el 18 por ciento. Este hecho ha llevado a que promotores y Gobierno calculen que se construirán 150.000 viviendas menos que el año pasado. Sin lugar a dudas, los ciudadanos rehuyen de las cajas y entidades bancarias, debido a que el dinero es más caro y a que hay una saturación del mercado.