INFANCIA

España es uno de los mejores países industrializados para ser niño

Por Leticia Prado2 min

Sociedad16-02-2007

España ocupa el quinto puesto en el informe que Unicef ha elaborado sobre bienestar infantil en occidente. Todos los países desarrollados cubren las necesidades básicas, pero tienen algunas carencias. El fracaso escolar es uno de los fallos a mejorar en el caso español.

Los niños españoles son felices. Así informa el estudio de Unicef sobre felicidad infantil en los países de occidente. Los pequeños tienen una valoración elevada de su bienestar subjetivo. Su salud es buena y sus padres hablan y juegan con ellos frecuentemente. En definitiva, se sienten bien en sus casas. Los problemas aparecen cuando se habla de bienestar material. España cae desde los primeros puestos de la clasificación a otros realmente bajos en lo referido a educación y pobreza. España es uno de los países que mantiene la pobreza infantil relativa por encima del 15 por ciento. Ocupa el duodécimo puesto en cuanto al bienestar subjetivo, con parámetros como el desempleo o los escasos ingresos familiares. A pesar de ello, el estudio muestra un claro avance desde el año 2000, pues la pobreza infantil ha disminuido, sobre todo, en la comunidad autónoma más pobre, Extremadura. La educación es otro de los puntos conflictivos para los niños y adolescentes españoles. Ocupan los últimos puestos en nivel académico en lectura, matemáticas y ciencias. El responsable de Derecho e Infancia de Unicef España, Gabriel González Bueno, afirma que es necesario un compromiso para mejorar esta situación que coloca a los españoles como malos estudiantes. España no tiene mucho que envidiar a otros países en el resto de las categorías. Los niños se muestran contentos con su bienestar vital, de tal manera que ocupan un segundo puesto, sólo por detrás de Holanda. Algunos problemas aparecen en el caso de conductas y riesgos. La obesidad infantil está muy presente entre los españoles y el consumo de alcohol o drogas está cada vez más generalizado entre los menores. España ocupa una buena posición en la clasificación, pero Unicef cree que hay que seguir trabajando para reforzar los puntos fuertes y mejorar los débiles, que tanto se notan en el caso español.