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ETA

El Gobierno y el PNV refuerzan su colaboración tras el atentando en Madrid

Fotografía
Por Antonio PérezTiempo de lectura4 min
España19-01-2007

El jefe del Ejecutivo, después de hacer un guiño al PNV de Imaz en el pleno extraordinario sobre política antiterrorista, se reunió con el lehendakari Ibarretxe para abordar la nueva etapa política en Euskadi. Mientras tanto, el PP y el PSOE siguen manteniendo la brecha que les separa.

El nuevo status quo tras el atentado de la banda terrorista ETA en Barajas ha supuesto un cambio de estrategia en el Gobierno de España, que tiene su piedra angular en la unión de todas las fuerzas democráticas para forjar una política antiterrorista común. En este sentido, y después del pleno extraordinario celebrado en el Congreso de los Diputados, todos los partidos de la cámara, con la excepción del PP, han mostrado públicamente su apoyo al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Y también el presidente del Gobierno ha respondido agradeciendo, en especial, la cooperación lograda con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) durante todo el proceso. Su “guiño” al los nacionalistas vascos fue precedido por la polémica de las manifestaciones que tuvieron lugar en Madrid y en Bilbao como muestra de repulsa y condena al último atentado de ETA. En el último caso, el Partido Socialista de Euskadi (PSE) acudió a la marcha convocada por el lehendakari Ibarretxe sin compartir el lema de la manifestación, pero como muestra de lealtad institucional y de unidad de las fuerzas democráticas. Esta colaboración entre el Gobierno y el PNV se ha venido fraguando prácticamente desde la llegada de Zapatero a La Moncloa en marzo de 2004. Dos meses antes, Josu Jon Imanz se había hecho con las riendas del PNV y desde el principio ambos líderes han mantenido una buena sintonía, con un respeto político y personal que ha sido evidenciado públicamente en varias ocasiones. Una vez que el Gobierno ha dado por finalizado el proceso de paz, tanto el Ejecutivo como el PNV se disponen a seguir trabajando en la misma dirección con un objetivo común: el fin del terrorismo. Por este motivo, tres días después del pleno extraordinario Rodríguez Zapatero recibió en La Moncloa al lehendakari Juan José Ibarretxe por sexta vez desde el inicio de la legislatura. Esta vez, la discreción fue la nota dominante del encuentro, en el que ambos acordaron mantener y reforzar la cooperación en la lucha antiterrorista, además de dialogar con el resto de partidos políticos. Esa apuesta por el diálogo ha sido especialmente subrayada por Ibarretxe, que ha añadido que hay que “seguir hablando todos los días con todos, no sólo con Zapatero, con todo el mundo”. A su juicio, no se puede caer en la “desesperanza” y el objetivo inmediato debe ser reconstruir una nueva oportunidad para la paz en el País Vasco. Sin embargo, esa mano tendida de manera incondicional no es un aspecto que el Ejecutivo esté dispuesto a suscribir porque tal y como ha vuelto a remarcar la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, “con violencia, no hay diálogo”. Las críticas de González Por otra parte, el expresidente del Gobierno, Felipe González, ha avivado la llama de la crítica al Gobierno al declarar que era probable que Zapatero sólo hubiera trabajado con “la hipótesis de que el proceso podía salir adelante”. “En la lucha contra el terrorismo se debe trabajar con dos, con tres o con cuatro hipótesis”, añadió González en una entrevista en Cuatro. La respuesta del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue contundente: “El Gobierno tenía un plan B y un plan C” también por si el proceso de paz fracasaba. Del mismo modo, el ministro anunció una reunión con el portavoz popular en la Cámara Baja, Eduardo Zaplana, para activar los mecanismos de control de seguimiento del Pacto Antiterrorista y celebrar una reunión entre representantes de primera fila de los dos principales partidos políticos españoles. Hasta que ese momento llegue, el PP sigue dando muestras de su negativa a ir de la mano del resto de partidos en la lucha antiterrorista. En una reunión de la comisión permanente del Parlamento Vasco, solicitada por el PP y el PSE, los populares presentaron un texto de condena al atentado de Barajas y en el que se exigía el “cese inmediato” de la violencia. En el pleno, al que no acudió el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) porque, según declararon, no querían “entrar en el juego y en la bronca del PP”, el PNV cambió, a última hora, el texto por otro alternativo. Además de suscribir lo propuesto por el PP, acordaron “hacer un llamamiento a la unidad de los partidos para, a través del diálogo democrático, hacer frente al terrorismo y defender los derechos y libertades”. La nueva propuesta contó con el rechazo del PP y el respaldo del PNV, PSE, Eusko Askartasuna (EA), Ezker Batua (EB) y Aralar.