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RALLY DAKAR

Mal ¬broche¬ para un arranque esperanzador

Por Jesús RosellTiempo de lectura2 min
Deportes14-01-2007

La primera semana del rally Dakar finalizó con sabor amargo. Después de un inicio esperanzador en cuanto a las posibilidades de victoria de los pilotos españoles, la octava jornada dio al traste con todo. Carlos Sainz, Joan Roma e Isidre Esteve encarnaron el mal fario.

Después de abandonar Europa, la caravana se metió de lleno en terreno en África, donde se disputa la verdadera prueba. En la tercera etapa Marc Coma e Isidre Esteve se alzaron con las primeras posiciones de la clasificación. Los problemas mecánicos comenzaban a hacer la selección natural de los que pelearían por la victoria final. Carlos Sainz no cedía y se colocó como líder en el apartado de coches, aunque con poca ventaja sobre el resto. Mientras, el cinco veces vencedor en camiones, Vladimir Chagin, seguía sin encontrar un rival a su altura. La noticia desagradable llegó en la cuarta etapa. La muerte volvía a sacudir la prueba, ésta vez con Elmer Symonds como triste protagonista. La víctima 50 de la carrera en 29 años de historia volvía a poner en entredicho las medidas de seguridad. En cuanto a la competición, los españoles mantenían su condición de intocables. Tanto Carlos Sainz como Marc Coma defendían con éxito su liderato. Chagin se mantenía firme a mandos de su camión, seguido de Hans Stacey. En la quinta etapa, el Dakar se despedía de Marruecos con la sensación de que la victoria española podría recalar en las modalidades de motos y coches. Carlos Sainz lograba su sexta victoria parcial en la prueba y Esteve reducía distancias respecto a Coma, aunque aún a bastante distancia del catalán en la clasificación. Jordi Viladoms le dio la enésima alegría al motor español en el Dakar con su victoria en motos en la sexta etapa. En la modalidad de coches todo seguía igual, aunque las distancias se apretaban en la general. Según se avanzaba por el desierto las complicaciones iban en aumento. Una parte de la séptima etapa se suspendió por culpa de una tormenta de arena. Joan Roma llegó con más de seis horas de retraso y se despidió prácticamente de la victoria final. Sainz perdió el liderato en coches y Marc Coma vio reducidas las distancias respecto al resto de perseguidores. Una jornada para olvidar. Por suerte para los españoles llegaba la etapa de descanso, y con ella el momento para recuperar las fuerzas perdidas. No obstante, esta jornada de descanso, lejos de favorecer a los participantes españoles, ocurrió todo lo contrario. En la siguiente etapa, la octava, Carlos Sainz vio cómo se le escapaba la victoria final en la prueba después de perder más de una hora por problemas con la dirección asistida. Isidre Esteve se aleja aún más de las primeras posiciones, lo que pone un final amargo a una semana que pintaba muy bien.