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ONU

Ban Ki-moon comienza su mandato al frente de Naciones Unidas

Por Marta Aguilera JiménezTiempo de lectura1 min
Internacional07-01-2007

El surcoreano Ban Ki-moon se convierte en el segundo hombre de origen asiático en estar a cargo de Naciones Unidas. Asume su cargo, a los 62 años de edad, en un momento clave para Asia: la creciente influencia de China a nivel mundial, los deseos de Japón de buscar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad y la alta tensión nuclear que se vive en la península coreana.

Ban Ki-moon comenzó el pasado 1 de enero su mandato como secretario general de la ONU con un llamamiento a la Comunidad Internacional para que le ayude a afrontar los grandes desafíos de este siglo con un “esfuerzo conjunto”. En sus primeras declaraciones como mandatario de Naciones Unidas, recordó los grandes conflictos del panorama internacional, especialmente Darfur, Oriente Próximo, Irán, Iraq y Corea del Norte, así como la necesidad de avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijados para 2015. “Estos desafíos deben ser afrontados colectivamente, porque nadie puede conseguirlo solo. Ni el propio secretario general, ni ningún país puede afrontar estos desafíos por su cuenta. Necesitamos un esfuerzo común”, sentenció. Además, aseguró que uno de sus principales objetivos es “tender puentes” para detener las divisiones que se han producido en los últimos tiempos en la Comunidad Internacional. Respecto a las negociaciones sobre la actividad nuclear de Corea del Norte, el surcoreano afirmó que planea cambiar la estrategia de su antecesor y ser más agresivo en su intención de persuadir a los norcoreanos para que abandonen su programa nuclear. Ban Ki-moon hereda unas Naciones Unidas en pleno proceso de reforma, duramente criticada por las denuncias de corrupción en el programa de Petróleo por Alimentos con Iraq, por las recientes acusaciones sobre abuso sexual en algunas misiones de paz y la falta de transparencia en los manejos financieros de la entidad. A pesar de ser un experto negociador, algunos critican la personalidad pasiva de Ban Ki-moon y cuestionan su fuerza para hacer frente a los necesarios cambios que demanda la organización. A pesar de ello, la percepción que prevalece acerca del canciller surcoreano es la de un hombre reconocido por sus credenciales diplomáticas y un gran conciliador; un internacionalista de bajo perfil pero efectivo a la hora de generar consensos.