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FÚTBOL

El Barcelona cierra un año ¬mágico¬ con una derrota amarga

Por Jesús RosellTiempo de lectura3 min
Deportes17-12-2006

El Barcelona perdió la final del Mundial de clubes contra los brasileños del Internacional de Porto Alegre, campeón de la Copa Libertadores. Los de Frank Rijkaard no pudieron lograr el único título que les falta. Algo que, sin embargo, no empaña un año en el que lograron la Liga y la esperada segunda Liga de Campeones.

Pese a la derrota de los azulgrana contra el Internacional de Porto Alegre en el Mundial de clubes, el equipo barcelonés pone punto y final a un año repleto de éxitos y alegrías, aunque con algún que otro disgusto. El inicio del año 2006 comenzó como finalizó el anterior: dominio total en todas las competiciones con un fútbol de altura. La amplia ventaja sobre el resto de conjuntos en la Liga permitió preparar con más esmero la Champions League. En ella, tuvieron que eliminar a Chelsea, Benfica y Milan para lograr su pase para la gran final de París. La Liga se consiguió en Vigo frente al Celta, lo que era una excusa perfecta para centrarse al máximo en el torneo continental. En la final, frente al Arsenal no se dio la buena imagen mostrada en anteriores ocasiones, pero la calidad individual fue suficiente para dar la vuelta al gol de Sol Campbell. Samuel Eto'o y Juliano Belletti marcaron y dieron el ansiado título a los españoles. El objetivo para la siguiente temporada era superar lo conseguido en esta con las mismas sensaciones y el buen juego desplegado. La temporada 2006-2007 no comenzó con buenas vibraciones. La alegría por la consecución de la Supercopa de España frente al Espanyol se tornó en decepción días después. El Sevilla de Juande Ramos le arrebató la Supercopa de Europa en Mónaco con una goleada que hizo mucho daño a los azulgrana. Además de la pérdida del título, escoció la mala imagen ofrecida. Los sevillanos parecían haber encontrado la fórmula para derrotar a un equipo hasta entonces intocable. El fútbol no era tan dinámico y los rivales mucho más agresivos en su juego. La victorias eran muy justas. Pese a ello, el Real Madrid ha sido el único que ha logrado vencerles en la presente campaña de Liga. Aunque no han sido los blancos los primeros en poner en dificultades al Barça. Los rivales directos lograron puntuar en sus partidos frente a los de Rijkaard. Lo mismo ocurrió en la Liga de Campeones. El Chelsea se mostró demasiado sólido para un equipo todavía en fase de adaptación. La gira americana del verano retrasó la puesta a apunto. La clasificación se consiguió en el último partido, después de una fase de grupos muy complicada, con el Chelsea y el Werder como grandes rivales. La ausencia de Samuel Etoo por lesión fue más alarmante que irremediable. Eidur Gudjohnsen necesitó tiempo para adaptarse al juego blaugrana, pero con el paso de los partidos y a base de goles se ha ganado el apoyo de la afición. A la lesión del camerunés se unió el bajo estado de forma de Ronaldinho de Assis. El brasileño no se mostraba tan decisivo como la temporada pasada. Este mal momento pasó y Ronaldinho se erigió como el gran culpable del ascenso del Barcelona en Liga y Champions. Con goles que pusieron en pie al Camp Nou y con jugadas imposibles devolvió la sonrisa a un aficionado culé preocupado. Lo que no pudo evitar el brasileño fue la derrota frente al Internacional de Porto Alegre en el Mundial de Clubes de la FIFA. De nuevo el mal juego apareció en una final e hizo que los blaugranas perdieran su segundo título de la temporada, aunque igualan las marcas del Dream Team de 1992, lo que obliga a conseguir los mismos torneos de la temporada anterior más la Copa del Rey, en la que el Barcelona es el que más títulos ha logrado.