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MÉXICO

La toma de posesión de Calderón consolida la división total mexicana

Fotografía Andrés Manuel López Obrador sigue sin admitir el resultado de las elecciones

Andrés Manuel López Obrador sigue sin admitir el resultado de las elecciones

Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura2 min
Internacional01-12-2006

En la sesión parlamentaria anterior a la investidura se produjeron graves incidentes entre los diputados del conservador Partido de Acción Nacional (PAN) y los del Partido de la Revolución Democrática (PRD, el de Andrés Manuel López Obrador, que nació como una escisión del PRI).

Felipe Calderón tomó posesión de su cargo como presidente de México. La jura tuvo lugar una semana después de la “auto-investidura” del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que se negó a reconocer su derrota electoral frente a Calderón y se considera “presidente legítimo”. Los incidentes parlamentarios -cinco diputados necesitaron asistencia médica- registrados el día anterior al acto político se reprodujeron en el momento de la jura, que se convirtió en una de las Tomas de Posesión más cortas de la historia: cinco minutos tardó el ya presidente, Felipe Calderón, en recibir la banda presidencial del presidente de la Cámara, Jorge Zermeño, en jurar su cargo y en pronunciar un brevísimo discurso en el que se limitó a recordar su legitimidad de acuerdo al sistema electoral mexicano. El acto fue seguido con entusiasmo por los dirigentes del PAN que gritaban “¡México, México...!” y ante la pasividad de los del Partido de la Revolución Institucional PRI, que reconocen la victoria de Calderón pero le culpan de la crispación actual. Los miembros del Partido de la Revolución Democrática (PRD, el de Andrés Manuel López Obrador) presentes intentaron boicotear el acto y abuchearon constantemente a Calderón y a Estados Unidos a quien consideran “cómplices” del supuesto fraude electoral. Felipe Calderón ha manifestado su intención de “asimilar” en su programa las propuestas de la izquierda aunque su Gabinete tiene un claro carácter continuista con respecto al de su antecesor, Vicente Fox. Seis de sus ministros han ocupado distintos departamentos en el gobierno saliente. No parece probable que López Obrador reconozca su derrota, sin embargo tiene en su contra dos cosas: una, según la Constitución mexicana la toma de Calderón es la legítima; y, dos, el mundo internacional pues estuvieron presentes, entre otros, el ex presidente de EE.UU. George Bush, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, el presidente de Panamá, Martín Torrijos, el de Tanzania, Edward Ngoyai Lowassa, y el príncipe heredero de España, Felipe de Borbón. En el terreno anecdótico figuran unas declaraciones de un dirigente del PRD, que al ser preguntado por el “bochornoso espectáculo que estaban dando los políticos mexicanos” respondió “eso es normal en democracia, sino, miren los casos de hace nada en Corea del Sur, Rusia, Japón o España”.