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TENIS

Henin fue la más regular en una temporada emocionante

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Deportes19-11-2006

El circuito femenino de la WTA ha vivido una de las temporadas más igualadas de la historia. La belga Justin Henin-Hardenne se erigió, al final, en la gran triunfadora, tras completar un año sensacional. La francesa Amelie Mauresmo y la rusa Maria Sharapova fueron las otras protagonistas. Además, destacó el exitoso regreso de Martina Hingis, tras varios años de inactividad.

La ausencia de las hermanas Venus y Serena Williams, aquejadas de sendas lesiones, no deslució una temporada enormemente emocionante. Quien mejor comenzó fue Mauresmo, que se adjudicó el Abierto de Australia. La gala vivió uno de sus mejores años, pues ganó dos grand slams -se impuso también en Wimbledom- y mostró una forma espectacular durante varias fases de la temporada. Además, venció en los torneos de París y Antwerp. Todas esas victorias permitieron a Mauresmo liderar la clasificación mundial en la parte final de la temporada, aunque perdió la primera plaza en la última cita. Henin se alzó con el número uno al imponerse en el torneo de la WTA, en Madrid, que reunía a las ocho mejores tenistas del año. La belga se sobrepuso a las lesiones que lastró en los últimos compases de la campaña, para desplegar un tenis de altura. El mismo que meses antes le permitió vencer en Roland Garros, ser finalista en los otros tres grandes -Australia, Wimbledom y Estados Unidos- y ganar en los torneos de Sydney, Dubai, Eastbourne y New Haven. La gran dominadora de la temporada anterior, Maria Sharapova, también estuvo en la pomada hasta el último momento, aunque sólo pudo lograr el segundo puesto de la clasificación mundial. Pese a ello, la rusa adornó sus vitrinas con el Abierto de Estados Unidos y cuatro campeonatos de entidad: Indian Wells, San Diego, Zurich y Linz. El poderío ruso quedó patente con la incursión de cuatro tenistas entre las ocho mejores. Svetlana Kutnesova, Nadia Petrova y Elena Dementieva acompañaron a la guapa por excelencia del circuito. Petrova y Dementieva ganaron cinco y dos torneos respectivamente, mientras Kutnesova, pese a no vencer en ninguno, alcanzó la final en Roland Garros y mantuvo una gran regularidad a lo largo del año. El regreso de la suiza Martina Hingis, que se había retirado, hastiada de la competición, en 2003, fue la gran sorpresa de la temporada. Sobre todo, porque en unos pocos meses pasó del puesto 999 al séptimo del ranking mundial. La helvética comenzó con muy buen pie, al plantarse en las semifinales del Abierto de Australia, y luego fue consolidando su juego –se impuso en los torneos de Roma y Kolkata- hasta regresar a los lugares de privilegio. Del resto de favoritas, la belga Kim Clijsters enmendó, con tres títulos –Warsaw, Stanford y Hasselt- su falta de forma al comienzo de la temporada y una lesión que le impidió competir durante dos meses. La mejor española fue Ana Isabel Medina, que finalizó en el número 27 del mundo.