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ELECTRICIDAD

Los tiempos de la energía barata tocan a su fin

Por Mayra AmbrosioTiempo de lectura3 min
Economía12-11-2006

La cuesta de enero será más dura debido al encarecimiento del precio de la luz. El nuevo secretario general de la Energía, Ignasi Nieto, ha señalado que el incremento de los precios será proporcional a la media del Índice de Precios al Consumo (IPC) del año.

Ahora sí se va a cumplir el mensaje repetido hasta la saciedad por los ministerios de Economía e Industria. El aumento para el próximo año será de entre el 5,5 y el seis por ciento, aunque todavía no se ha decidido si se aplicará de una sola vez o en dos fases. Así mismo, el Gobierno deja la puerta abierta a una posible revisión de los precios cada tres meses, como ya ocurre con los del gas. Al alza general de los precios habrá que añadir un repunte adicional con el que se comenzará a pagar el déficit de tarifas, diferencia entre los costes soportados y la remuneración recibida vía precios, que han asumido las compañías generadoras en 2006. El año pasado, con un desfase negativo de 3.830 millones de euros, el Gobierno aprobó un incremento extra de en torno a 2,5 puntos. El secretario general de la Energía ha adelantado que Industria prevé un resultado negativo para este año de unos 3.000 millones de euros, con lo que el incremento adicional debería ser algo menor al anterior. Todas estas medidas se están adoptando en el marco de la reforma del sector eléctrico, que Industria está llevando a cabo y cuyos objetivos son promover el ahorro energético y favorecer la supremacía de las tecnologías más eficientes, así como sanear las cuentas de las empresas para no poner en riesgo las inversiones. Tras el abortado intento del equipo de José Montilla, los nuevos responsables se han puesto manos a la obra y esperan aprobar su reforma del sistema antes de final de año, con lo que intentarán poner fin al déficit tarifario que provoca el actual método de cálculo de los precios. En concreto, sus planes se centran en lograr una tarifa que recoja todos los costes en 2010 y promover, hasta entonces, la contratación bilateral a largo plazo entre generadoras y distribuidoras. El impulso de las energías renovables En España, la principal vía de producción de energía eléctrica es la termoeléctrica clásica, pero, debido a la deuda del sector, las presiones sociales y los incentivos del Gobierno, las empresas eléctricas punteras, Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa, poco a poco han invertido en el desarrollo de fuentes renovables, como la eólica, minihidráulica o biomasa, ya sea dentro de España o en países principalmente latinoamericanos. A todo esto hay que añadir el reciente impulso que da el Gobierno a las llamadas energías limpias con el nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE), que obliga a que en todos los edificios de nueva construcción, así como aquellos que sean rehabilitados, se incluyan instalaciones solares, con el fin de conseguir un gran ahorro energético. Como es evidente, no llueve a gusto de todos, pues donde las eléctricas ven un nuevo negocio, que les lleva a apostar por el desarrollo sostenible y el respeto del medio ambiente, los posibles compradores de pisos encuentran un nuevo revulsivo que les impide ejercer su derecho fundamental a poseer un hogar digno, ya que estas medidas encarecerán aún más los precios de la vivienda, uno de los grandes males de España.