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ELECCIONES CATALANAS

PSC y ERC dan el primer golpe en Cataluña sin la bendición de Zapatero

Fotografía
Por Antonio PérezTiempo de lectura3 min
España05-11-2006

Montilla quiere ser president. Y nada mejor para conseguirlo que reeditar el tripartito con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Iniciativa Verds (ICV). Carod Rovira ya ha dado su visto bueno… Pero Mas advierte: si CiU no gobierna, su formación no apoyará al PSOE en su política nacional.

Las urnas en Cataluña dejaron un panorama político sin definir, y las opciones que se le presentan a los socialistas no acaban de convencer a todos por igual. El candidato del PSC y ex ministro del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, José Montilla, ya mostró públicamente su preferencia por la opción de reeditar el tripartito que tantos quebraderos de cabeza trajo tanto a Maragall como al propio presidente del Gobierno. Tal vez por eso, desde Moncloa –aunque apoyan en público al PSC y afirman que tiene las manos libres para pactar con quien considere oportuno- no ven con malos ojos la opción denominada como “socioconvergente”, es decir, un pacto entre PSC y CiU que con el que Artur Mas se convertiría en president de la Generalitat y el PSOE, a cambio, tendría el apoyo de CiU en Madrid. Sin embargo, los derroteros parecen ir por otro lado. Después de las múltiples llamadas de teléfono y los distintos pactos probables, el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, ha vuelto a demostrar que tiene la llave para decidir el futuro político de Cataluña. A pesar de los esfuerzos de Mas por conseguir su visto bueno para un Govern catalanista (que llegó a ofrecerle un importante peso en el Ejecutivo autonómico), ERC se decanta finalmente, al igual que el PSC e ICV, por un nuevo tripartito. Con este planteamiento, Montilla sería president con el apoyo de ERC e ICV, que se había mostrado dispuesta desde un primer momento a formar parte de un gobierno de izquierdas en Cataluña. En este sentido, ERC luchará por obtener un peso proporcional no al número de escaños obtenido, sino más bien a su capacidad para decidir con quien gobierna. Por eso Carod-Rovira ya ha exigido el segundo puesto en el Govern. Antes de mostrarte abiertamente favorable al tripartito, el líder de ERC aseguró que había tomado esa decisión al comprobar que tanto el PSOE como CiU deseaban, a su juicio, un gobierno socioconvergente. Eso sí, el político anunció un giro con respecto a la anterior etapa al apostar por “políticas serenas, constructivas y estables”. Además, remarcó la necesidad de llegar “cuanto antes” a un acuerdo para “tranquilizar a la sociedad catalana”. Los que pueden no tranquilizarse con la decisión son precisamente algunos sectores de Ferraz que apostaban por el triunfo de CiU con el apoyo de Montilla. Y es que la sintonía entre el partido de Mas y el propio Rodríguez Zapatero ha quedado patente en la última legislatura. El pacto celebrado en La Moncloa para cerrar el Estatut, con el presidente y Mas como protagonistas, tensó la cuerda del PSOE con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y supuso la antesala de una crisis en la Generalitat, abonada por la polémica gestión del tripartito. Finalmente ERC salió del Ejecutivo de Maragall, que ya estaba debilitado ante las dudas sobre la sucesión del president, una responsabilidad que finalmente cayó sobre Montilla. Con el gesto de la foto del Estatut, Rodríguez Zapatero dio una relevancia a CiU que el propio Mas quiso recompensar con otra foto al inicio de la campaña electoral en la que se comprometía ante notario a no pactar con el Partido Popular, remarcando una vez más el buen entendimiento entre su partido y La Moncloa. Se llegue o no a un entendimiento para reeditar el tripartito o no, la duda se despejará en breve porque el Govern y la cámara catalana deberán estar definidos antes de que finalice el mes de noviembre. No obstante, el president saliente, Pasqual Maragall, podrá determinar si la investidura debe adelantarse.