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ELECCIONES CATALANAS

Ciutadans debuta con tres escaños a costa del castigo al PSC

Por Irene E. SánchezTiempo de lectura3 min
España02-11-2006

Una fotografía haciendo ver al mundo su desnudez. Un canto por la “importancia de las personas”. Un voto por el cambio de una “Cataluña inhóspita para los no nacionalistas” a una comunidad acogedora y respetuosa. Todo ello, un Albert Rivera orgulloso y rebosante de satisfacción, tras los insólitos resultados del 1-N.

Todo empezó el día en que el joven abogado, de apenas 27 años, escuchó por la radio el Manifiesto de los 15. En él, Félix de Azúa, Albert Boadella, Francesc de Carreras y Arcadi Espada, planteaban la necesidad de un nuevo partido que se acercara a los problemas reales de la ciudadanía. Albert Rivera, que desde entonces inició el camino que le ha abierto las puertas del Parlamento, coincidió plenamente con su planteamiento: “Me hizo mucha ilusión ver que había gente que salía al frente y daba la cara”. Así, con una clara vocación “no nacionalista”, Ciutadans supone un soplo de aire fresco para la política catalana, y representa, vistos los resultados, el voto hastiado y descontento de la sociedad de Cataluña. El líder de Ciutadans advierte de la “situación incómoda” que conlleva la aparición en escena de su partido para la política parlamentaria catalana. Desde el PP, las reacciones fueron de inquietud y cierto temor. Mariano Rajoy, matizaba que habría “que esperar a ver en qué consiste el partido”. El líder popular quiso marcar expresamente la diferencia que había con su partido y advirtió de que Ciutadans “apoya la negociación de Batasuna con el Partido Socialista”.Curiosamente, el PP en estas elecciones no ha retrocedido significativamente, aunque el líder de los populares en Cataluña, Josep Piqué, compendia entre 25.000 y 30.000 sufragios que han podido irse a Ciutadans. Rivera consideró a su vez el problema que plantea la ideología de su partido para el catalanismo independentista. Desde el PSC, la reacción ha sido de absoluta indignación. Ciutadans logró un 4,5 por ciento del voto capitolino, y con el 5 por ciento en las municipales, entraría en el Parlamento. “Pero si no tienen programa”, comentaba un dirigente socialista tras conocer el resultado electoral y comprobar que Albert Rivera había cosechado 90.000 votos obtenidos en Barcelona, feudo tradicional del PSC. El origen de los votos Si los resultados obtenidos por Ciutadans se repiten en las elecciones municipales del mes de mayo, entonces podría conseguir representación en unos veinte municipios de Barcelona y Tarragona. En aquéllos donde Ciutadans ha obtenido mejores resultados, el PSC ha perdido escaños. Es el caso de L’Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet, Rubí, Gavà, Sant Joan Desoí, Sant Andreu de la Barca o Badia, localidades en las que hay un alto porcentaje de personas nacidas en el resto del país, y en las que Ciutadans ha conseguido el 5 por ciento de los sufragios. La causa de este trasvase electoral ha podido ser la defensa del catalanismo más que del socialismo del anterior presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y la defensa de la convivencia del catalán y el castellano por parte de Ciutadans. Otro motivo relevante es el rechazo hacia el Estatuto Catalán, teniendo en cuenta, a su vez, el alto porcentaje de abstención de la ciudadanía. Pese a las críticas y a la desconfianza generada por la sorprendente novedad, Albert Rivera y los miembros de su partido, afirman que tienen un programa. Éste se basa en la defensa de la Constitución, en la eliminación del gasto público en innecesarias subvenciones, en el bilingüismo y en el principio de “un ciudadano, un voto”, lo cual hace restar importancia a la defensa a ultranza del territorio. Para los miembros de Ciutadans, “no existe mejor programa”, además de lo citado, que un gentío “gritando por la libertad” en la noche en que obtuvieron los tres escaños.