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SEIS MESES DE ALTO EL FUEGO

Batasuna califica de “negativo” el alto fuego y pide “pasos” al Ejecutivo

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España24-09-2006

“Negativo”. Esta es la palabra que ha empleado la ilegalizada Batasuna para definir los seis meses de alto el fuego entre el Gobierno y ETA. Por ello, desde el brazo político de los terroristas se han apresurado a pedir nuevos pasos al Ejecutivo.

Se trata de la última exigencia de Batasuna después del mensaje emitido por varios miembros de la banda en el que se reafirmaban en la “lucha armada por la independencia de Euskal Herria”. Un gesto que, en palabras del dirigente radical abertzale Joseba Permach, se produce en un momento en el que el llamado proceso de paz atraviesa por una situación de “crisis y bloqueo”. Los pasos a los que se refiere Batasuna van encaminados a dar “una respuesta positiva” a una “oportunidad histórica” y apunta a tres direcciones: Demostrar una voluntad de “responsabilidad política”, "encauzar el debate" a la autodeterminación, la territorialidad y la existencia de un pueblo con derecho a decidir su futuro, y por último, que cesen las actividades contra la izquierda abertzale. Esta última reacción de Batasuna define el papel que la formación ilegalizada lleva ejerciendo desde que ETA anunció su alto el fuego permanente. La izquierda abertzale se ha erigido como el canal público de comunicación entre el Ejecutivo y ETA. Esto ha contribuido a que Batasuna haya recuperado el protagonismo perdido dentro de la vida política vasca. La formación ilegalizada no sólo ha canalizado el proceso en el País Vasco sino que ha utilizado su nueva situación como plataforma desde la que lanzar todo tipo de exigencias al Gobierno. La más reiterada ha sido la referente a que cese del acoso policial y judicial contra los miembros del entramado batasuno, no obstante, las reivindicaciones han ido mucho más a medida que avanzaba el proceso. De manera directa o indirecta –a través de manifestaciones convocadas por particulares- ni siquiera han pasado por alto la autodeterminación o la anexión de Navarra. También en las últimas semanas ha cobrado fuerza la petición relacionada con el acercamiento de los presos a las cárceles vascas. Sin embargo el punto que más preocupa a Batasuna es su vuelta a las instituciones, una posibilidad que dada la situación del proceso se antoja cuando menos lejana.