ANÁLISIS DE LA SEMANA
Con las alas cortadas
Por Almudena Hernández2 min
Sociedad04-11-2001
La juventud pide libertad, alegría, confianza en una generación que quiere vivir y ser feliz. Pero muchos jóvenes tienen las alas cortadas. A los jóvenes se les achaca falta de reflexión, madurez, responsabilidad... Quizá porque tienen las alas cortadas. Y con las alas se les ha recortado también la vida, el futuro, la ilusión. Resulta loable un anuncio que se difunde en televisión para promover la lectura: una joven busca musgo mientras sus compañeros se ríen de ella. Cae una tormenta y se han perdido en medio del monte. No saben que la chica leyó alguna vez en un libro que el musgo nace orientado al norte y que por ello puede encontrar el camino de regreso. La ignorancia es atrevida pero el conocimiento puede avergonzarla. Si la verdadera felicidad está en las cosas pequeñas, abrir un libro puede hacer descubrir muchas pequeñas respuestas y soluciones. Está viejo el debate de la educación que se imparte en España. Una vez que ha sido aprobado en el Congreso el proyecto de Ley de Universidades el debate sigue. Y las críticas también. Si se deja de lado el contenido de la Ley, cada estudiante, cada profesor, incluso cada político podría encontrar pequeñas cosas en la Universidad, un ambiente único y plagado de las alas del conocimiento por descubrir. Muchos jóvenes tienen hoy las alas cortadas y la vida. Un ejemplo: en qué se gastan los jóvenes el dinero. En qué se lo gastan los españoles de hoy. Qué es lo que más importa a la sociedad para que lo que tanto les cuesta ganar lo gaste. Otro ejemplo: qué le importa a esta sociedad que presume de moderna el aire que respira mientras se ríe de la travesía de las ovejas por las capitales y del Tenorio. Si todas las personas ridiculizasen al de al lado, no habría nadie que investigase una hipotética vacuna contra el sida o la causa de las muertes en los hospitales en la era de los cuerpos diez, silicona y liposucción. La juventud está pidiendo en silencio libertad, alegría, confianza para que su generación no se parezca a la que sobrevive y aparentemente disfruta hoy... Quizás hay un candidato a volar alto que no sabe que tiene las alas cortadas y que confunde ser feliz con estar contento. Si ningún joven candidato logra levantar el vuelo, la sociedad de mañana no encontrará el norte ni en el musgo.