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ORIENTE PRÓXIMO

Aumenta la ofensiva israelí en Gaza

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional30-07-2006

Aunque “eclipsada” por el frente israelí en Líbano, la operación del Ejército en Gaza sigue causando muertos y ningún resultado político. Es una “guerra olvidada que continúa”, declaraba el miércoles pasado Saeb Erekat, encargado de las negociaciones con Israel. Erekat se servía de esos términos para describir una crisis relegada al segundo -o tercer- puesto de los problemas a los que hace frente la Comunidad Internacional.

Condoleezza Rice, secretaria de Estado estadounidense, declaró en su visita la semana pasada a Israel y a los territorios ocupados que existe el deber de “estar muy concentrados en lo que ocurre en los territorios palestinos y en el deseo de volver a una visión de dos Estados viviendo en paz”. Por su parte, Israel va más allá de declaraciones oficiales como la de Rice o la de Mahmud Abbas –presidente palestino-, quién respondió a la secretaria de Estado estadounidense que la Presidencia palestina hará “todo lo posible por relanzar el proceso de paz y garantizar la liberación del soldado”. El mismo día en que Rice y Abbas evocaban un proceso de paz por muy estancado que éste se encuentre, Israel acababa con la vida de una veintena de palestinos. Fue el día más sangriento desde que comenzó la operación lluvia de verano en la Franja de Gaza después del secuestro del soldado israelí. A finales de la semana pasada, se contaban más de 160 personas muertas como consecuencia de esta ofensiva, planteada en principio para socorrer a Gilad Shalit pero que está resultando una operación de ataque contra militantes e infraestructuras civiles y de grupos armados palestinos, especialmente contra el que lidera el Gobierno palestino, la formación política islamista Hamas. La mitad de esas cerca de 160 personas que citaban la semana pasada las agencias de noticias anglosajonas Reuters y Associated Press, son civiles. También puede atribuírsele ese “status” de “civil” a buena parte de los 5.300 palestinos muertos bajo fuego israelí desde que comenzara la segunda intifada palestina en septiembre de 2000. Sin embargo, no es por las miles de personas sin vida sino por los 160 muertos que el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, volvió a manifestar la semana pasada que las graves consecuencias de la operación israelí son por el “uso desproporcionado de la fuerza”. Con mucha mayor dureza se pronunciaba sobre Israel y sus empresas militares Jihad al-Khazen, comentarista del influyente diario londinense Al Hayat. Esta periodista, que durante mucho tiempo ha reconocido el derecho de Israel a existir, escribía en su columna del pasado miércoles: “llamo a todos los árabes, pero especialmente a los egipcios y a los jordanos, a que retiren su reconocimiento de Israel como yo hago hoy”. Muchas razones empujan a Jihad al-Kazhen a realizar esta “renuncia” y su consiguiente “invitación”. Entre ellas, se encuentran las consecuencias de la ofensiva israelí en Líbano, pero también las de la operación que todavía tiene lugar en Gaza. “Hoy, la Franja de Gaza es un campo de concentración nazi, o el gueto de Varsovia. Los palestinos son asesinados todos los días. Puede que, al final, sobreviva a la avalancha israelí un dos o tres por ciento de la población, como hicieron los judíos polacos”, escribe Al-Kazhen.