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IRAQ

Mueren violentamente más de cien civiles al día durante junio

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional23-07-2006

Jonathan Rodríguez es estadounidense de origen venezolano. Trabaja para la embajada de EE.UU. en Iraq como empleado de Halliburton, la mayor empresa proveedora de servicios para las industrias petrolera y militar estadounidense. Tras pasar su mes de vacaciones en Europa, antes de coger los aviones que le llevan de París a Dubai, y de Dubai a Bagdad, al escuchar que alguien se despide de él diciéndole que se cuide, él responde: “tranquilo, el peligro sólo está en seis millas, en el camino del aeropuerto a la Green Zone”.

Jonathan cree en lo que dice. La Green Zone (Zona Verde) es la zona de alta seguridad del centro de la capital iraquí donde se encuentran las embajadas en Iraq. Por ello, es el lugar más seguro del país. Como muchos otros trabajadores extranjeros en Iraq, Jonathan dice salir poco de ese “Iraq seguro” de una decena de kilómetros cuadrados. Por tanto, son todos los demás habitantes de Iraq los que se exponen a los elevadísimos niveles de violencia que vive el país. La ONU dio cuenta de ellos la semana pasada en un informe según el cual el número de muertes violentas no deja de crecer en el país. De hecho, el documento recogía que si bien en enero de este año 1.778 civiles habían perdido la vida violentamente, en junio fueron 3.149, lo que supone un incremento de muertes de un 77 por ciento. En los últimos seis meses, según el informe, han muerto en Iraq cerca de 14.400 ciudadanos. Estos escabrosos datos son fruto del trabajo realizado por empleados de la ONU y los responsables del Ministerio de Salud iraquí y de la Morgue Central de Bagdad. Estas dos últimas instituciones trabajaron con los periodistas de Los Angeles Times que, en junio, publicaron informaciones que daban cuenta de un número total de 50.000 muertes violentas de civiles en Iraq en los cerca de tres años y medio que dura la guerra. Esta cifra no dista excesivamente de la que presentan los responsables del Iraq Body Count, una organización británica que, contando las muertes publicadas en un total de 38 fuentes periodísticas, mantiene que en Iraq han perdido la vida violentamente entre 39.272 y 43.731 civiles. “La situación de violencia sectaria en Bagdad es muy seria” decía al The New York Times, apuntando el origen del exangüe nacional que vive Iraq, el General John P. Abizaid, jefe del comando central del ejército estadounidense. Sabrina Tabernise, reportera de guerra en Bagdad de ese influyente periódico estadounidense escribía a finales de la semana pasada que “los iraquíes han comenzado a decir que una retirada estadounidense, algo que temían mencionar por el riesgo de baño de sangre que ello entrañaría, puede no tener mayor consecuencias”. Quiera o no la opinión pública iraquí que la coalición que lidera el Ejército estadounidense se retire del territorio que ocupan desde marzo de 2003, ni en Washington ni en Bagdad desean que esto ocurra. Ambas partes saben que la precaria estabilidad que vive el país depende de la coalición.