Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

MÚSICA

El FIB concluye su 11 edición con excelente calidad

Por Eva Araújo LosasTiempo de lectura4 min
Espectáculos20-07-2006

The Strokes, Pixies, Morrisey y Depeche Mode fueron algunos de los platos fuertes de este FIB 2006. Pero el buen resultado del festival se lo deben en gran medida a la organización del mismo: ante un riesgo inminente de avalancha en la madrugada del viernes, la organización supo reaccionar a tiempo y de forma muy eficaz, para que el incidente se quedara tan sólo en una anécdota que contar.

El Festival Internacional de Benicassim no es una cita para contar, sino "para sentir". Así lo definen en su página oficial, sitio web imprescindible para los amantes de la música indie que se embarcan cada año en la aventura castellonense. Y van once ediciones en las que Benicassim se consolida, cada vez más, como uno de los eventos referentes en el panorama europeo, por su calidad en el cartel y por su magnífica organización, de la que, en esta edición, ha dejado buena cuenta de ello. El jueves 20 daba el pistoletazo de salida la cita levantina, con dos escenarios en activo, en los que las actuaciones estelares fueron sin duda Scissor Sister en el FIBstart, y Sugarpop en el Vueling Pista Pop, ambas a las 3 de la madrugada. Y así se abría boca para lo que se avecinaba el viernes, en el que los cinco escenarios del recinto abrieron sus puertas. Babyshambles actuaba a media tarde en el escenario fiberfib.com, como preludio de la agrupación a caballo entre el sonido de The Clash y Franz Ferdinand: The Futureheads hicieron su aparición en el Escenario Verde cuando daban las nueve de la noche, calentando motores para las dos citas más esperadas del día. Los estadounidenses Pixies rompieron moldes, literalmente. El público estaba tan ansioso por escucharles que la aglomeración de gente hizo que las vallas centrales más cercanas al escenario cedieran cuando tan sólo llevaban veinte minutos de actuación. Ante el peligro de avalancha, el concierto se suspendió temporalmente y la organización del festival actuó veloz y eficazmente, de tal manera que los asistentes pudieron disfrutar de al menos media hora de la actuación de la banda. Menos accidentada, pero igual de esperada, fue la salida de The Strokes. Los neoyorquinos ofrecieron un ensamble de lo mejor de sus tres trabajos discográficos rozando ya, las 2 de la mañana. Las míticas Last nite, New York City Cops y You only live once fueron temas que no faltaron. Y por fin llegó el sábado, jornada marcada por la actuación de Morrisey, artista que el escenario castellonense llevaba esperando desde el 2004, año en el que el británico suspendió su actuación. Pero a pesar de la tardanza, nadie le defraudó: allí, a pie del Escenario Verde, 30.000 personas se reunieron para corear junto al cantante Panic o You have killed me, de los desaparecidos The Smith. Con puntualidad inglesa, Morrisey salió a la palestra a las 9 de la noche, aderezado con la bandera española -que le dio mucho juego durante toda su actuación- y con su personaje fetiche a sus espaldas -un retrato de Oscar Wilde, su mayor referencia literaria, presidía el fondo del escenario-. Irish blood, english heart, The first of the gang y Girlfriend in a coma fueron algunas de las melodías interpretadas por el británico antes de dar paso a otra de las citas esperadas por los asistentes. Franz Ferdinand, bajo el clima bochornoso que amenazaba con tormenta, repasó su último y segundo trabajo discográfico, You could have it so much better. El grupo escocés se ha recorrido media España de festival en festival durante los últimos meses, pero su público siguió fiel a la banda. Llegó la noche del domingo 23, en la que el Escenario Verde volvió a ser el protagonista sin descanso. Primero Madness, luego Depeche Mode -otra de las bandas más esperadas de la cita levantina, y así se reflejó en las miles de personas que bailaron y cantaron con el grupo- y para rematar, los sonidos psicodélicos de Placebo. A su vez, los más playeros pudieron disfrutar de la fiesta ZzZ a orillas del mediterráneo. Así, un año más, miles de personas han consolidado el éxito del FIB, que en un recinto de 100.000 metros cuadrados aglutina a lo mejor de lo mejor, ya sea música, djs, fiesta veraniega o momentos para descansar y compartir experiencias con gente de todo el mundo. Y este año el descanso ha cobrado un nivel más relevante todavía, ya que la organización del festival ha suprimido uno de los escenarios habituales en pasadas ediciones -el FIB Heineken Music Box- para acondicionar una gran área para el disfrute de la tranquilidad. El domingo finalizaban las actuaciones de las grandes bandas, pero para los rezagados o amantes incondicionales de esta cita veraniega, la Beach Party continuará el evento hasta altas horas de la madrugada de este lunes 24.