IZAR
El drama de los astilleros vuelve a ser noticia
Por Paula Escalada Medrano
1 min
Economía15-07-2006
El drama que bien reflejó el director de cine Fernando León de Aranoa en Los lunes al sol y que llenó en su día decenas de páginas de periódicos y de espacio informativo en televisión vuelve a recuperarse tras meses de aparente calma. La crisis de los astilleros vuelve a estar de plena actualidad.
A finales 2004 se ponía aparentemente fin a una crisis que duraba ya muchos meses. La Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) firmaba un acuerdo con los sindicatos de la empresa naval Izar. Los astilleros militares -los más rentables- se quedarían en manos del Gobierno mientras que los civiles serían vendidos, eso sí, a manos concretas y con la seguridad de que se garantizaran los puestos de trabajo. Parecía que la crisis había acabado, pero lo peor estaba por venir porque el plazo para que ese acuerdo se pusiera en práctica ya ha llegado. El día 18 de julio la SEPI tendrá que adjudicar los astilleros civiles a las diferentes cajas de ahorros y otros entes que fueron acordados en su día. A partir de ese día, los astilleros de Sestao, Sevilla, Gijón y Manises, los civiles del gobierno, tendrán que venderse y se convertirán en un holding de cuatro empresas con participación de cajas de ahorro y capital riesgo. Ya en mayo de este año comenzó a tratarse el tema y la SEPI firmó con las federaciones del metal de Comisiones Obreras (CC.OO) y UGT, lo que entonces se llamó “preacuerdo de mayo”. El documento no contó con el apoyo de los trabajadores. Por ello, como era de esperar, ante las llegada de la fecha clave ya se han producido los primeros disturbios, como los producidos la pasada semana en Sevilla, que acabó en una auténtica batalla campal entre las fuerzas de la Policía y los trabajadores de Izar Sevilla. También se registraron movilizaciones los centros de Gijón y Manises. Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, envió un mensaje de “tranquilidad” y aseguró que los acuerdos que van a culminar esta semana “garantizarán la viabilidad de los astilleros” y “ningún trabajador quedará abandonado a su suerte“.