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RELIGIÓN

Benedicto XVI: ¬La familia es un gran bien para la humanidad¬

Fotografía El Papa reza en la estación de metro donde murieron 42 personas

El Papa reza en la estación de metro donde murieron 42 personas

Por LaSemana.esTiempo de lectura3 min
Sociedad09-07-2006

Fiel a la promesa de su predecesor, Joseph Ratzinger ha acudido a Valencia a clausurar el V Encuentro Mundial de las Familias. Benedicto XVI ha aprovechado esta cita, celebrada bajo el lema La transmisión de la fe en la familia, para alentar a los católicos al cuidado de una institución clave para el individuo y para la sociedad.

"Confío en que este encuentro siga resonando como un canto gozoso del amor, de la vida y de la fe compartida en las familias, ayudando al mundo de hoy a comprender que la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer establecen un vínculo permanente, es un gran bien para toda la humanidad", estas fueron de las últimas palabras que pronucnió Josep Ratzinger en suelo español, cuando se despedía en el aeropuerto de Manises el domingo 9 de julio. El Papa había acudido a clausurar el V Encuentro Mundial de las Familias que se celebró en Valencia bajo el lema La transmisión de la fe en la familia. En todas sus intervenciones durante las 26 horas que el Sumo Pontífice estuvo en España Ratzinger defendió al núcleo familiar. "La familia es una institución intermedia entre el individuo y la sociedad, y nada la puede suplir totalmente" dijo el Papa en la clausura del Encuentro, que tuvo lugar el sábado 8 por la noche en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de la capital del Turia. "La familia es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres", argumentó también el papa alemán, que pidió "garantizar que las familias no estén solas" haciendo un llamamiento directo a gobernantes y legisladores a "reflexionar sobre el bien evidente que los hogares en paz y en armonía aseguran al hombre, a la familia, centro neurálgico de la sociedad, como recuerda la Santa Sede en la Carta de los Derechos de la Familia. El objeto de las leyes es el bien integral del hombre, la respuesta a sus necesidades y aspiraciones". La familia, una escuela Además, continuó el sucesor de Pedro, "la familia es una escuela de humanización del hombre, para que crezca hasta hacerse verdaderamente hombre". Con una amplia sonrisa en el rostro tras haber sido denominado "abuelo del mundo" por uno de los participantes en el encuentro, Joseph Ratzinger se refirió a la tercera edad de una forma directa. Según el Papa, los abuelos "pueden ser -y son tantas veces- los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir" y dan a los pequeños "la perspectiva del tiempo, son memoria y riqueza de las familias". Por eso, hizo público su deseo de que los abuelos "bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe ante la cercanía de la muerte". También la defensa de la familia y su importancia para la propagación de la fe centró la homilía de la misa dominical presidida por Benedicto XVI en Valencia: "La familia, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, expresa esta dimensión relacional, filial y comunitaria, y es el ámbito donde el hombre puede nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo integral", dijo. En ese ámbito, la fe, en palabras de Ratzinger no es "una mera herencia cultural, sino una acción continua de la gracia de Dios que llama y de la libertad humana que puede o no adherirse a esa llamada". También Ratzinger alertó a los presentes de la importancia de la educación cristiana, una educación "de la libertad y para la libertad". "Reconocer y ayudar a esta institución -expuso también el Sumo Pontífice- es uno de los mayores servicios que se pueden prestar hoy día al bien común y al verdadero desarrollo de los hombres y de las sociedades, así como la mejor garantía para asegurar la dignidad, la igualdad y la verdadera libertad de la persona". Antes de despedirse de los españoles, Joseph Ratzinger anunció que el próximo Encuentro Mundial de las Familias se celebrará el año 2009 en la Ciudad de México.