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ENERGÍA

El precio del barril de petróleo alcanza máximos históricos

Por Carmen JardónTiempo de lectura1 min
Economía08-07-2006

El oro negro, el petróleo, se ha convertido una vez más en protagonista de la actualidad económica al alcanzar un nuevo máximo histórico. En esta ocasión son dos, principalmente, los motivos que han provocado esta subida: las tensiones geopolíticas, cuyo foco se encuentra en Irán, Iraq, Nigeria y Corea del Norte, y el aumento de la demanda interna en Estados Unidos.

El barril de Brent, referencia del crudo en Europa, ha alcanzado los 75,09 dólares, superando su anterior máximo histórico, logrado el pasado 2 de mayo, que situó el precio en 74,97 dólares. En EE.UU., el West Texas Intermediate, principal referencia del mercado, llegó a los 75,78 dólares por barril, rebasando su último máximo histórico del pasado 5 de julio, cuando se pagó a 75,4 dólares. La cotización del crudo estadounidense -descontando la inflación- es la más alta desde 1980, año en el que se desató la segunda crisis del petróleo como consecuencia de la revolución iraní. Entre las causas que explican estos máximos, destacan las tensiones geopolíticas y el aumento del consumo interno de gasolina en EE.UU. La incertidumbre internacional está siendo provocada por una serie de factores, como la guerra en Iraq; los proyectos nucleares de Irán; la inestabilidad que se vive en Nigeria (el mayor productor de África), donde las guerrillas rebeldes han obligado a suspender la cuarta parte de la producción de petróleo del país; y, por último, la tensión auspiciada por Corea del Norte, la cual ha despertado una gran inquietud por el lanzamiento de siete misiles sobre el mar de Japón y su intención de seguir probándolos, desafiando así a la comunidad internacional. Mientras, la demanda interna de gasolina en EE.UU. aumentó el mes pasado un 1,4 por ciento con respecto a junio de 2005. Existe una cierta preocupación en los mercados de que la capacidad de refino del sector no sea capaz de cubrir el consumo en el país. A esto se suma el inicio de la temporada de huracanes caribeños y la resaca del Katrina, que dejó fuera de servicio importantes infraestructuras de extracción y refinamiento en el Golfo de México.