COREA DEL NORTE
Pyongyang perturba la seguridad mundial tras el lanzamiento de misiles
Por Marta Aguilera Jiménez2 min
Internacional09-07-2006
La crisis surgida por el disparo de Corea del Norte de siete misiles que cayeron en una zona marina al oeste de Japón obligó al Consejo de Seguridad de la ONU a convocar una reunión a puerta cerrada. Ésta fue solicitada por el embajador de Japón ante Naciones Unidas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos calificó la actuación norcoreana de provocación y anunció el envío de su máximo negociador para asuntos coreanos, Christopher Hill, a la zona asiática. El presidente de EE.UU., George W. Bush, manifestó que el lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte es un “desafío contra la Comunidad Internacional”. Tras conocerse el disparo de los proyectiles, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocó una reunión de carácter urgente para analizar la crisis creada por el país asiático. La OTAN también ha condenado el lanzamiento de los misiles, pues es una coacción a la paz y estabilidad mundial. “Supone una amenaza grave para la región y la Comunidad Internacional”, anunciaron los embajadores de la alianza en un comunicado en el que se pedía a Corea del Norte que desistiera de más lanzamientos de misiles de largo alcance. Japón, con el apoyo de EE.UU. y Reino Unido, ha preparado un borrador en el que exige a Corea del Norte que cese de inmediato las pruebas y el desarrollo de misiles balísticos. Este documento, que aún debe ser aprobado, condena el lanzamiento de siete misiles en el mar de Japón e induce a las autoridades de Pyongyang, capital norcoreana, a que vuelvan de inmediato a las conversaciones a seis bandas (EE.UU., las dos Coreas, Japón, China y Rusia) sobre su programa nuclear. Un portavoz del primer ministro británico recordó que “el Gobierno norcoreano lanzó estos misiles a pesar de las repetidas presiones internacionales para que no lo hiciera”. Corea del Norte se justifica El Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano explicó en un comunicado que la prueba con misiles formaba parte de unos ejercicios rutinarios. Por su parte, un portavoz del Ministerio de Defensa aseguró que el mando militar del país seguirá realizando estos “ejercicios de lanzamientos como parte del refuerzo del poder disuasorio” de Pyongyang. Mientras tanto, EE.UU., Japón y Corea del Sur acordaron buscar una solución diplomática a la crisis de los misiles, además de la imposición de sanciones económicas. Los expertos señalan que Pyongyang está desarrollando este tipo de armas para poder algún día lanzar con ellas una bomba nuclear, pero matizan que al régimen norcoreano le quedan aún años para lograrlo.