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MÉXICO

López Obrador pone en marcha la estrategia para impugnar los resultados

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional09-07-2006

El partido de Andrés Manuel López Obrador, Partido de la Revolución Democrática (PRD) impugnará esta semana los recuentos de más de 40.000 mesas electorales en las que los perredistas dicen tener constancia de que ocurrieron “irregularidades”. Existan éstas o no, como explicaba en una de sus últimas columnas de la semana pasada el editorialista del periódico progresista La Jornada Adolfo Gilli: “Lo que está en discusión es si esa diferencia es real o es producto de manipulación o fraude. Esta duda no existió en 2000, cuando Fox aventajó a Labastida con un 42 por ciento de los votos contra un 38 por ciento”.

Sin embargo, el problema es que entre Calderón y Obrador sólo hay poco más de medio punto porcentual de diferencia. A este hecho se adhiere que el proceso electoral ha estado marcado, según los términos del editorial de la revista Siempre! de la semana pasada, por “el insulto y la calumnia”. De hecho, en mayo se prohibió un mensaje de la campaña de Calderón que tachaba a López Obrador de “peligro” para México. De ahí, que Andrés Manuel López Obrador inste a sus seguidores a seguirle en su estrategia de impugnación asegurando que si no le siguen, “sus votos acabarán en la basura”. Esas palabras buscan movilizar a los militantes como ocurrió el sábado pasado en el centro de la capital del país, Ciudad de México. Pero declaraciones como esa no pretenden en modo alguno sublevar a los mexicanos contra las instituciones del país. Según aseguraba a finales de la semana pasada Gerardo Fernández, el portavoz de López Obrador, el PRD quiere mantenerse en una senda “legal” y “pacífica”. Por esa razón, según Ricardo Monreal, el coordinador de las Redes Ciudadanas de López Obrador, se busca que “se cuente voto por voto, casilla por casilla”. Frente a la estrategia de la impugnación del PRD, Felipe Calderón parece tener más en mente la integración de Obrador en un gobierno de unidad nacional que poner en duda la victoria que el Instituto Federal Electoral le dio el jueves pasado. Pero como señalaba Gilli “en una situación como la presente es totalmente legítimo -hasta obligatorio- disipar todas las dudas sobre unas cifras tan cerradas”. En la misma longitud de onda se pronunciaba The New York Times en su editorial del pasado sábado. Para los editorialistas del rotativo estadounidense, en las elecciones presidenciales mexicanas “existen suficientes problemas como para justificar el recuento completo. Calderón debería no oponerse. Si el resultado le favorece, debería ser capaz de gobernar de manera más efectiva”.