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MÉXICO

Los mexicanos eligen a su nuevo presidente

Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura6 min
Internacional02-07-2006

Más de 70 millones de mexicanos estaban llamados el pasado domingo a las urnas para elegir al sucesor de Vicente Fox en la Presidencia del país. Los resultados de los comicios, que se darán a conocer a lo largo de esta semana, se prevé que sean apretados, por lo que el nuevo presidente de México tendrá que lidiar en el Parlamento con una mayoría de diputados no afines a su partido. Roberto Madrazo, Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador representan los tres rumbos que puede tomar el país azteca: el del pasado, el continuista o el primer giro a la izquierda.

México se jugaba mucho el pasado domingo. Además de la elección del que será su nuevo presidente, los mexicanos renovaban los 500 escaños del Parlamento, los 128 del senado, los gobernadores de los estados de Morelos Guanajuto, Jalisco y el DF, y más de 100 corregidores y alcaldes. A escasas horas para el comienzo de las votaciones, todos los sondeos apuntaban a que la Presidencia le quedará lejos a Roberto Madrazo, el candidato del partido que gobernó México durante 72 años, el PRI, que pese a todo, confía en reunir los suficientes diputados para hacerse fuerte en el futuro Parlamento que hará gobernar al ganador en minoría. En cualquier caso, la pugna estará entre los candidatos del PRD y del PAN, López Obrador y Felipe Calderón respectivamente. El giro a la izquierda López Obrador, el candidato del PRD y principal favorito en las encuestas, representa la innovación más absoluta en la Historia de México, ya que si finalmente resultase elegido se convertiría en el primer presidente de izquierdas del país. Natural de Macuspana, una pequeña ciudad del Estado de Tabasco y de 53 años, AMLO, como le apodan en México utilizando como siglas las letras de su nombre militó en el PRI hasta 1989, año en que hastiado del continuismo del legendario partido mexicano abandonó sus filas para adherirse al recién creado por entonces Partido de la Revolución Democrática (PRD), del que hoy continúa siendo su presidente. Bajo su lema “por el bien de todos, primero el de los pobres” sus seguidores le señalan como la salvación para un país en el que la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza, mientras que sus detractores le tildan de “populista” y “cacique”. Su victoria consolidaría el eje latinoamericano de izquierdas del que ya forman parte Brasil, con Lula Da Silva; Venezuela, con Hugo Chávez; Argentina, con Néstor Kirchner y Bolivia, con Evo Morales, salvando las diferencias por supuesto. Antes de abandonar el PRI, AMLO cosechó el mayor fracaso de su vida política perdiendo las elecciones a gobernador de su Tabasco natal entre los rumores de pucherazo que él mismo plasmó en el libro “Tabasco, Víctima de un Fraude.” Una década más tarde, en el año 2000, López Obrador obtendría su mayor éxito político al ganar las elecciones a la alcadía de Ciudad de México, donde se consolidaría su carácter inconformista y rebelde. Y es que durante su alcaldía fueron muy sonados sus roces con el presidente Vicente Fox por, entre otros sucesos, las acusaciones hacia varios miembros del gabinete de AMLO de recibir sobornos. Hasta tal punto llegaron los encontronazos entre los dos mandatarios que el Parlamento suspendió a López Obrador su inmunidad judicial. El candidato panista, Felipe Calderón, no ha dudado durante la campaña en atacar por este frente al líder del PRD alegando: “dejó la Ciudad de México como la ciudad más endeudada, más insegura y más corrupta de todo el país.” Contra el propio Calderón se jugará este apasionado del béisbol el partido de su vida. La senda continuista Como “antídoto contra la corrupción” se autopresenta el candidato del PAN, Felipe Calderón, el partido del todavía presidente Vicente Fox. Nacido el verano de 1962 en Morelia, en el Estado de Michoacán, este licenciado en Derecho y máster por la Universidad de Harvard presume una y otra vez de haber repartido propaganda de su partido con tan sólo 12 años. El panista es conocido bajo el sobrenombre de el Desobediente, debido en parte a sus más y sus menos con el presidente Fox. Y es que Calderón abandonó la Secretaría de Energía del Gobierno de Fox tras criticar éste sus aspiraciones presidenciales en 2004. Ese mismo año, contra todo pronóstico se impuso en las primarias del PAN al candidato respaldado por el presidente. Calderón iría a las elecciones. Hijo de uno de los fundadores de su partido, la carrera de Calderón por el PAN es larga. En 1991 fue por primera vez diputado federal de la formación, y en 1993 ascendió a secretario general del partido. Al igual que su antagonista López Obrador, Calderón perdió en 1995 unas elecciones a gobernador, en este caso al Estado de Michoacán. Pese a su fracaso, en 1996 fue elegido presidente del PAN. En la última década ha ejercido también los cargos de director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS) y de secretario de Energía. Además, el de Morelia ha sido vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana, y se declara ferviente seguidor de la política del ex presidente español José María Aznar. Precisamente su campaña está dirigida por Antonio Solá, vinculado al último gobierno del Partido Popular en España. El programa político de Calderón se apoya, según él mismo, en modernidad, transparencia y moderación frente al que considera seguidor del “extremismo de Chávez”, su principal rival político, López Obrador. Una mirada al pasado Natural, al igual que AMLO, del Estado de Tabasco, concretamente de la ciudad de Villahermosa donde nació en julio de 1952, es el candidato del legendario PRI, Roberto Madrazo. El líder del Partido Revolucionario Institucional ocupará según las encuestas el tercer puesto en las presidenciales del país, un resultado que sabe a poco. Y es que, durante la campaña, ha sido muy difícil desvincular a Madrazo de la imagen de corrupción y despotismo que el PRI se fraguó durante sus más de 70 años de control tramposo de las instituciones mexicanas. La carrera de Madrazo comenzó en 1976, año en que fue elegido diputado por Tabasco. En 1988 se ganó un asiento en el senado y se convirtió en presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en su estado natal. Diez años más tarde, en 1999, fue derrotado por Francisco Labastida en las elecciones primarios de su partido. Pero tras el fracaso en las presidenciales de éste, Madrazo se convirtió en presidente del PRI en 2002 para finalmente ganar la candidatura interna a las presidenciales el año pasado. La opción de Madrazo es la opción del centro lejos según él mismo del “derechismo que ahoga a nuestros ciudadanos y de los extremos de López Calderón.” Su candidatura ha intentado explotar su larga experiencia política de más de 30 años a la vez que prometía medidas como la reducción de los precios del gas, la electricidad y la gasolina. “Te garantizo más seguridad, más empleo y menos pobreza” ha sido junto “con Roberto Madrazo te va a ir muy bien” sus eslóganes durante la campaña. Pese a todo, no está previsto que Madrazo logre la victoria para el PRI, un partido que aún se encuentra en fase de transición como demuestran los numerosos detractores del gabinete hacia las políticas del candidato.