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ALEMANIA 2006

España no superó la prueba de los octavos de final

Por Jesús RosellTiempo de lectura6 min
Deportes01-07-2006

Los cuartos de final quedaron marcados por la eliminación de Brasil y Argentina, que no pudieron, respectivamente, contra Francia y Alemania. Las grandes favoritas para ganar el Mundial se vieron sorprendidas por el orden de sus rivales europeos. Portugal e Italia, con un claro estilo defensivo y apenas unas gotas de creatividad ofensiva, parten con la incógnita de poder dar la sorpresa en semifinales. Lo único claro es que el campeón será europeo y que no será España, que se estrelló en el primer partido serio.

Alemania – Argentina Alemania, en concreto su seleccionador, el ex internacional Jürgen Klinsmann, llegaba al Mundial con muchísimas críticas. Sin embargo, ha demostrado que todas sus virtudes se mantienen intactas: fortaleza física, un portero de primer nivel –Jens Lehmann– que mejora a una defensa más consolidada con el paso de los partidos, y un medio campo peleón que impulsa a una delantera efectiva, que tiene a Miroslav Klose como pichichi del campeonato. Por ello apenas encontró oposición en Suecia, a la que fue muy superior. Los hombres de Lars Lagerback no demostraron el talento que se les presumía, y ni siquiera de penalti pudieron marcar: una triste despedida para el veterano Henrik Larsson, que jugaba su último partido internacional. Argentina sufrió más de lo esperado contra México, aunque demostró cómo levantar un resultado: el temprano gol de Rafael Márquez les sirvió de revulsivo, aunque a pesar de la acumulación de talento ofensivo –Hernán Crespo, Javier Saviola, Maxi Rodríguez, Lionel Messi, Carlos Tévez…– tuvieron que esperar a la prórroga para confirmar su vitola de favoritos. Porque la albiceleste no ofreció el juego vistoso de los primeros partidos, pero con nombres de menos relumbrón, como Esteban Cambiasso y el meta Roberto Abbondanzieri, demostró fortaleza defensiva para despachar a los mexicanos, que se fueron con la sensación de haber podido dar mucho más. En cuartos de final, contra los anfitriones, la actitud defensiva del conjunto de José Pekerman –un especialista con las categorías inferiores– acabó saliendo cara, y quedó un asomo de duda del papel que hubiera podido desempeñar jugadores como Messi. La Mannschaft, por tanto, mantiene el sueño de alzar el preciado trofeo Jules Rimet ante su afición. Inglaterra – Portugal Inglaterra dejó poco fútbol, pero con gotas decisivas de clase. Los de Sven-Göran Eriksson tuvieron que esperar a que un lanzamiento de falta de David Beckham –el primer pross que marca en tres Mundiales– hundiese a Ecuador, pese a que los suramericanos dominaron y se despiden como una de las selecciones que mejor fútbol ha desplegado y una de las aficiones más animosas de todo el Mundial. Las estrellas inglesas, como Frank Lampard y Steven Gerrard, siguieron pasando de puntillas, y junto con la grave lesión de rodilla de Michael Owen y el recién recuperado Wayne Rooney, los ingleses no están explotando todo su potencial. Portugal y Holanda jugaron el encuentro más duro de todo el Mundial; ambas selecciones se emplearon a fondo en las entradas y acabaron con dos expulsados por bando. Los de Luiz Felipe Scolari ofrecen un fútbol basado en la rapidez de las salidas al ataque, con dos estiletes, un renacido Luis Figo y Cristiano Ronaldo, y un catalizador como es Anderson Luis de Souza, Deco. Holanda, pese a los destellos eléctricos de sus jóvenes, pagó cara la falta de puntería de sus jugadores, después de que Marco van Basten dejara en el banquillo a Ruud van Nistelrooy. Pero los lusos son un equipo sin demasiada mordiente y se hubieron de encomendar a la solvencia defensiva para seguir adelante. El excéntrico guardameta Ricardo Martins se bastó para dejar en evidencia a los ingleses, que no dieron muestras de ofrecer nada nuevo: la lesión de Beckham y la falta de cerebro de Rooney dejaron en evidencia el escaso fuste de los delanteros británicos. Italia – Ucrania Italia sigue fiel a su estilo pragmático. La selección azzurra decidió el encuentro en el último minuto del descuento gracias a un penalti muy riguroso. Australia había dispuesto de ocasiones para adelantarse, pero la indecisión en los metros finales marcó la diferencia entre un equipo voluntarioso y un equipo con experiencia. Los socceroos no pudieron seguir haciendo historia en los Mundiales, pero se van con un buen sabor. En cuartos de final, fieles a su estilo, pertrecharon la defensa –que sólo ha encajado un gol en cinco partidos– y dejaron la iniciativa al contrario, para resolver al contragolpe con la incorporación de mediocampistas, Gianluca Zambrotta, o con la pólvora del máximo goleador europeo de la temporada, Luca Toni. Sin embargo, el factor Francesco Totti continúa pasando de puntillas fuera de Italia. Todo lo contrario que el que dejó el partido entre Suiza y Ucrania, probablemente el mayor tostón del campeonato: la igualdad, con escaso fútbol y apenas ocasiones, reflejó el peso de la responsabilidad que suponía para ambos el acceder a cuartos de final. A la hora de la verdad, los ucranianos apenas tuvieron como único argumento ofensivo a su delantero Andriy Shevchenko, aunque el papel de Andriy Voronin –hasta su lesión– y de Andriy Gusin fue destacado, siempre aprovechando los espacios generados por el líder del equipo de Oleg Blokhin. Al menos, se fueron contentos por pasar la primera fase en su estreno en un Mundial. Francia – Brasil Sin buen juego, pero con goles, pasó Brasil a costa de Ghana; los africanos tuvieron el control del partido, pero el tempranero gol de Ronaldo Nazario puso las cosas muy difíciles para los africanos, que salieron goleados pero felices por haber pasado la primera fase. Los de José Alberto Parreira, en cambio, siguieron jugando a medio gas y mantienen candente el debate de si no pueden dar más de sí. Y en su duelo contra Francia no lo dieron: los galos hicieron valer su veteranía con una defensa muy trabajada, perfecta en el aspecto táctico, tanto en la colocación como en las ayudas, que dejó en evidencia el cuadrado mágico brasileño. Además, la entrada del mediocampista Antônio Augusto, Juninho Pernambucano, en lugar del delantero Adriano Leite se reveló de todo punto ineficaz. Tan sólo un par de acciones de Ronaldo Nazario crearon problemas, mientras que Ronaldinho de Assis pasó completamente desapercibido por el campeonato. España, tras su exhibición en la primera fase, se presumía como uno de los equipos que podían dar guerra. Pero se toparon con una Francia herida en su orgullo y muy criticada por su elevada edad y su escaso juego. Pero los bleus fueron capaces de remontar un gol en contra y terminar ganando: España se mostró muy blanda y no tuvo la pelota en el centro del campo. Francia fue superior y ni siquiera dio pie a la maldición de los cuartos. Los hombres de Raymond Domenech, que sólo alinea a un delantero –Thierry Henry, mientras que David Trezeguet es suplente– tienen como asignatura pendiente su escaso bagaje anotador. Sin embargo, su capacidad de resolver en las jugadas de balón parado le sirvió contra dos equipos de jugones, en los que Zinedine Zidane –con las espaldas bien guardadas por Claude Makelele y Patrick Vieira, cuyas incorporaciones al ataque siempre ofrecieron peligro– ofreció los mejores detalles de su repertorio de virtuoso.